domingo, 28 de junio de 2015

MIENTRAS CORREMOS POR SOBREVIVIR OLVIDAMOS DETENERNOS PARA VIVIR. Miguel A. Terán

MIENTRAS CORREMOS POR SOBREVIVIR OLVIDAMOS DETENERNOS PARA VIVIR.
Miguel A. Terán

Pasamos por la vida tan de prisa que perdemos muchos de los espacios, momentos y tiempos por los cuales vale la pena vivir. En innumerables oportunidades nos obsesionamos con llegar a un lugar o alcanzar la deseada meta,  sin llegar a comprender que la vida no consiste en ir de meta en meta, sino en disfrutar tiempos, personas y caminos, durante nuestro transitar por esa vida. 
Expresaba el escritor y pensador social ruso Leon Tolstoi “Hay quien cruza el bosque y solo ve leña para el fuego”. El pragmatismo de personas y sociedades de nuestro tiempo nos lleva desenfocados confundiendo lo urgente con lo importante, los deseos con las necesidades y el éxito con la felicidad. Pero tal vez por ello, muchas cosas marchan mal, porque de lo contrario el consumo de drogas, los divorcios, los suicidios, la corrupción, las guerras, las sociedades que se desintegran y más tragedias no tendrían razón para ocurrir. 
Decía el cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino Facundo Cabral, “Hay tantas cosas por gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una perdida de tiempo”. Cuando creemos no tener nada de lo que la sociedad considera valioso, pasamos el tiempo esforzándonos por alcanzarlo. El día que al fin logramos lo que deseamos, entonces el tiempo se nos va atesorando y cuidando lo que obtuvimos, por temor a perderlo. Genialmente lo expresó el escritor uruguayo Eduardo Galeano, afirmando que  "‎Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen". 
El filósofo chino Confucio estaba convencido que “La vida es muy simple pero insistimos en hacerla complicada”. Pasamos la vida batallando afuera, cuando las batallas más duras y definitivas se combaten dentro de nosotros. Salir a batallar afuera, sin haber ganado las batallas internas no es recomendable. 
El famoso escritor irlandés Oscar Wilde reconocía que “Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo”. Mientras el ex Beatle John Lennon en una de sus canciones decía que "La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes". 
Cuando perseguir objetivos o metas se convierte en nuestra actitud de vida, nunca esa carrera termina, porque un logro nos motiva al próximo y así sucesivamente hasta el final de nuestros tiempos. Quizá eso sea vivir, que cada quien reflexione y reconozca si esa actitud le ha permitido vivir, pero sobre todo que indaguen la opinión de sus seres queridos y cúan equilibrada es su vida en los demás aspectos. “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, fueron palabras de Pearl S. Buck, la escritora estadounidense y Premio Nobel de Literatura. 
Es tal la carrera y el apuro, que solo estamos pendientes del tiempo, y con frecuencia olvidamos el rumbo, por lo cual muchas personas pasan la vida corriendo sin saber adónde van, pero muy satisfechos porque van rápido. Eso entretiene y a muchos les hace sentirse importantes. 
Afirmaba el novelista estadounidense, Channing Pollock, que “La felicidad es una estación de parada en el camino entre lo demasiado y lo muy poco”; y entonces, “allí está el detalle” como decía el actor y comediante mexicano Marío Moreno “Cantinflas”.  Es vital reconocer y encontrar ese punto de equilibrio, antes del cual necesitamos cosas básicas para vivir como un ser humano y más allá del cual perdemos el rumbo, la paz y la felicidad.

Junio 29, 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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