¿CUÁNDO SERA TU TURNO? Miguel A. Terán
Algunas veces acostumbramos a colocarnos de último en la fila para
cuidarnos, atendernos o complacernos, mientras estamos pendientes de los demás
y de muchas otras cosas, unas importantes y otras banales. De ninguna manera
pretendemos plantear olvidarnos de los demás, ni mucho menos ser
insensibles con lo que ocurre en nuestro entorno, sino simplemente, es un
recordatorio a tenernos presente a nosotros mismos.
En válidas palabras, decía el político, pensador, filósofo y escritor
cubano José Martí, que “Ayudar al que lo necesita no solo es parte
del deber, sino de la felicidad”. Pero como todo tiene límites, también son
válidas las palabras del matemático y filósofo griego, Pitágoras de Samos,
quien nos recordaba: “Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te
consideres obligado a llevársela”.
Dejamos pasar múltiples oportunidades a las cuales dedicamos tiempo y
esfuerzo, para que se hicieran realidad, sin estar conscientes que “Las
oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde”,
tal cual lo reconocía el escritor y teólogo inglés William George Ward. En la
vida, muchas de esas oportunidades se esfuman mientras atendemos las
necesidades o complacemos los deseos de otros.
Algunas veces en ese interés por complacer a los demás, parafraseando a la
actriz estadounidense Marilyn Monroe, llegamos a querer ser otra persona,
malgastando la persona que somos, e incluso, la persona que podemos
llegar a ser.
Una frase atribuida por algunos a Woody Allen y por otros a Bill Cosby,
ambos reconocidos personajes del medio cinematográfico mundial, hace referencia
al éxito y el fracaso, planteando "No conozco la clave del éxito pero la
clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo".
Recuerda que “Nadie puede tener una opinión buena de una persona que tiene
una opinión mala de sí mismo”, según refirió el escritor inglés Anthony
Trollope. Debemos ser cuidadosos que ese comportarnos en extremo bien,
olvidándonos de nosotros mismos, no obedezca más a un problema de baja autoestima
que realmente a querer ayudar a otros.
Es válido preguntarnos con regularidad ¿Qué hiciste ayer por ti, qué estás
haciendo hoy por ti y qué piensa hacer mañana por ti? De allí surgirán no solo
oportunidades para ti, sino para apoyar a los demás y a tu entorno, porque en
la medida que puedas avanzar, crecer y desarrollarte integralmente, serás una
persona más feliz y útil a la sociedad. Pero antes es necesario que te conozcas
a ti mismo, tus sueños, intereses, motivaciones, necesidades, deseos, habilidades
y todo el potencial que tienes, porque algunas veces nos dedicamos más a
conocer a otros que a nosotros mismos.
Si bien es cierto, que algunas personas requieren recordarles que se tengan
presente a ellos mismos, al momento de brindar atenciones; también es
cierto, que a muchos otros debemos recordarles lo contrario, que
todo no es para ellos, que deben tener presente a los demás. Es necesario ser
cuidadosos, para no pensar solo en nosotros, porque tal cual refirió el
político estadounidense Thomas Jefferson es “Indudable que nadie se ocupa de
quien no se ocupa de nadie”. Algún día nos pueden olvidar, pero con seguridad
en otro tiempo y lugar, nosotros también olvidamos.
Junio 26, 2015.
Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de
la Lengua Española).
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