miércoles, 24 de junio de 2015

ES URGENTE E IMPORTANTE RECUPERAR NUESTRA CAPACIDAD DE SOÑAR. Miguel A. Terán

ES URGENTE E IMPORTANTE RECUPERAR NUESTRA CAPACIDAD DE SOÑAR.
Miguel A. Terán

El irracional ritmo de vida de hoy, nos hurta espacios y tiempos que en el pasado disponíamos para soñar, hasta un punto que a muchos se nos ha olvidado hacerlo. La sociedad trata de convertirnos en iguales, productos en serie, mientras abandonamos nuestros sueños personales y perseguimos sueños y modelos colectivos. Soñar distinto parece un sacrilegio o una ofensa en esta época. 
Vale la pena retomar nuestra capacidad de soñar, pero no para convertirla en una herramienta utilizada para enfocar nuestros objetivos, sino simplemente para soñar y disfrutar nuestros sueños. Muchos de estos sueños deben permanecer como sueños, porque al hacerlos realidad se les va el encanto. Obsesionarnos por convertir nuestros sueños en realidad, acabará con nuestra capacidad de soñar de verdad, al utilizarlos como una herramienta para conseguir nuevos retos que enfrentar y nuevas metas por lograr, hasta el final de nuestros días. 
En similar orden ideas, el filósofo y escritor español Miguel de Unamuno, planteaba que  “De razones vivimos, de sueños sobrevivimos”, quizá por ello no debemos  convertir todos nuestros sueños en razones, porque muchos sueños se disfrutan por siempre –simplemente- como sueños. El escritor, músico, conductor de radio y de televisión y actor argentino, Alejandro R. Dolina, considera que  “Solo los sueños y los recuerdos son verdaderos, ante la falsedad engañosa de lo que llamamos el presente y la realidad”. 
Por su parte,  la escritora y periodista española Rosa Montero, afirma que  “La vida es mucho más pequeña que los sueños”, por eso tal vez no hace sentido volver algunos sueños realidad, porque simplemente no caben en la vida.  Aunque nunca debemos rechazar los sueños, porque sin esa ilusión qué sería del mundo, nos decía el poeta español Ramón de Campoamor. 
Sin nuestros propios sueños nos arriesgamos a vivir los sueños de otro. El genio de la empresa Apple, Steve Jobs, afirmaba que “Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”. Esta afirmación de Jobs, no debemos entenderla como un desprecio hacia una oportunidad de trabajar al lado de alguien, pero siempre es importante,  asegurarnos que estamos caminando junto a ese alguien, pero hacia nuestros sueños. 
El enfoque común y obsesivo que se ha pretendido dar a los sueños,  es que éstos son un paso previo para los logros, quizá en esa línea de pensamiento el historiador y novelista estadounidense Carl Sandburg decía que “Nada sucede a menos que primero sea un sueño”. Aunque es válido considerar la secuencia sueño-esfuerzo-resultado, también es cierto que la vida se nos puede ir sin disfrutarla, mientras corremos enloquecidos tratando de convertir en realidad sueño tras sueño.
 Si algo debemos aprender es a dosificar la búsqueda de realidades en todos los sueños,  porque muchas veces nos arriesgamos a  transformarlos en pesadillas. El novelista francés Víctor Hugo, afirmaba que “Juzgaríamos con mucha más certeza a una persona por lo que sueña que por lo que piensa”. 
Parece que debemos soñar mucho,  porque “Una persona que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto”, nos recordaba el escritor inglés William Shakespeare. Aunque sin duda que “El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo”, para soñar y para llevar a la realidad algunos de ellos, tal cual lo expresó el escritor brasileño Paulo Coelho. 
Algunas veces añoramos aquellos tiempos cuando un helado era nuestro mayor sueño y recompensa. Continuemos soñando, pero escojamos equilibradamente entre nuestros sueños aquellos que queremos llevar a la realidad, evitando que se transformen en pesadillas. Recuerda siempre que las pesadillas también son sueños. 

Junio 25, 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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