lunes, 29 de junio de 2015

EL ÉXITO ENGAÑA, PORQUE CUANDO CREEMOS HABERLO ALCANZADO, SE NOS HA RODADO UN POCO MÁS ADELANTE. Miguel A. Terán

EL ÉXITO ENGAÑA, PORQUE CUANDO CREEMOS HABERLO ALCANZADO, SE NOS HA RODADO UN POCO MÁS ADELANTE.
Miguel A. Terán

En el título  de este artículo parafraseamos al cineasta, director y actor argentino Fernando Birri, tomando una frase que se atribuyó –por error- al famoso escritor uruguayo Eduardo Galeano. Ante la pregunta ¿Qué es la utopía?, F. Birri respondió: "La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿Para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar”. 
Parece realidad que podemos desvirtuar el éxito hasta convertirlo en una utopía; y ello ocurre, al habituarnos a considerar que siempre nos falta algo para ser exitosos, aunque los demás piensen y estén convencidos que ya lo somos. Todo parece depender del significado que cada persona otorgue al éxito, así como los límites que establezca para considerar haberlo conseguido. 
Particularmente, estoy convencido que el éxito consiste en lograr lo que hemos deseado, pero ese éxito necesita que valoremos y disfrutemos lo alcanzado, para ser felices. En similar orden de ideas, el filósofo y escritor estadounidense Ralph Waldo Emerson, afirmaba que “El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene”. 
Al hacer del éxito una utopía, podemos pasar la vida persiguiendo algo que avanza cuando nosotros avanzamos; y que tal vez nunca lo vamos a alcanzar, perdiendo en el intento la oportunidad de valorar y disfrutar lo que hemos logrado, en otras palabras, perdiendo el tiempo y la oportunidad de ser felices. 
El éxito, al igual que el dinero, es neutro, ni bueno ni malo. La polaridad positiva o negativa que le otorguemos, dependerá de lo que hemos hecho para lograrlo, de la forma en que lo utilicemos y de lo que estemos dispuestos a hacer para conservarlo.  
Podríamos incluso considerar que el éxito es adictivo, porque puede convertirse en un hábito que lleva a la persona a buscarlo siendo incapaz de controlarse y afectando su calidad de vida. El éxito puede llegar a afectar esa calidad de vida, al absorberles de tal manera, que descuidan muchos otros aspectos importantes para su vida,  mientras se dedican a la búsqueda del éxito. 
Antes de salir en busca del éxito, es muy importante –quizá vital- definirlo previamente, para estar seguros en que momento  lo hemos alcanzado y poder detenernos a tiempo. Apenas algunos pasos adicionales, más allá del límite que establecimos inicialmente, pueden llevarnos hacia algún desconocido rumbo, en el cual perdamos todo o parte de lo alcanzado. Es recomendable buscarlo mientras disfrutamos el trayecto, porque la forma en que lo recorremos parece ser parte importante del éxito.

Junio 30, 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


2 comentarios:

  1. Muy interesante comparación con la utopia. Pero además que explica los deseos de los muy ricos que mueren sin lograr sus ambiciones ,
    Muy buen artículo

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  2. Para mi el éxito es la aceptación plena de la realidad. Sin envidias ni inquietudes comparativas. Soy exitoso en la medida que soy feliz. Para mi felicidad y éxito van de la mano. Conozco personas q según ellos y del punto de vista de muchos son exitosos pues tienen dinero, empresas, bienes en fin. U sin número de activos. Pero al hablar con ellos me entero de lo mediocre q son sus vidas. Infelices totalmente. No paran de reuniones y negocios. No pueden disfrutar la familia, los amigos, los viajes de placer. Son esclavos de su éxito. Si a esto llamamos ser exitoso yo no quiero ese tipo de éxito. Se feliz pero realmente feliz con lo que tienes. Disfruta cada momento de tu vida, comparte lo poco o mucho que tienes y sentirás el placer inmenso del ayudar. Y nunca pero nunca te apartes de Dios, es el quién provee la verdadera felicidad por ente lógico el verdadero éxito.

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