“No somos otra cosa que lo que hacemos de nosotros
mismos”.
Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor
francés.
REFLEXIÓN: Cada día de nuestras vidas tenemos la
opción de construirnos o destruirnos, todo depende de nuestra elección. El
escritor estadounidense Richard Bach afirma que "Cuando comenzamos la vida,
a cada uno se nos da un bloque de mármol y las herramientas necesarias para
convertirlo en una escultura. Podemos arrastrarlo intacto detrás de nosotros,
podemos reducirlo a grava o podemos darle una forma gloriosa". En otras
palabras, hacemos y somos nuestra propia obra.
Sin embargo, sería irreal no reconocer que para
algunos el acto de vivir o de transitar por la vida es más fácil que para
otros. Algunos individuos nacen y crecen en condiciones tan precarias de vida
que simplemente sobrevivir, para ellos, ya es un gran logro. La probabilidad de
salir de esos lugares y circunstancias requiere del consenso y apoyo de otros.
Más que un reto individual, es un reto social y colectivo.
Pero también es cierto que para quienes tienen la
posibilidad de leer estas líneas, con acceso a internet y otras condiciones de
vida, el principal obstáculo son sus propias creencias y paradigmas
limitantes.
El director y actor del proyecto de nuestra vida
somos nosotros mismos, y lo primero que debemos saber es qué queremos hacer con
ella. "Nuestros planes se malogran por falta de objetivos. No hay vientos
favorables para el marinero que no sabe qué rumbo tomar", expresaba hace
cientos de años el filósofo, político, orador y escritor romano Lucio Séneca.
"No nos falta valor para emprender ciertas
cosas porque son difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor para
emprenderlas", planteaba el mismo Lucio Séneca. Muchas veces nos
estancamos dando vueltas en el mismo lugar sin avanzar en nada. Peor todavía
cuando al estancarnos lo único que hacemos es “rumiar” nuestra “mala suerte”,
porque de esa manera perdemos el control de cambiar y mejorar al dejar en manos
de la suerte nuestro destino.
El yogui y gurú hinduista Paramahansa Yogananda
reconocía que "La estación del fracaso es el período más propicio para
sembrar las semillas del éxito”. El fracaso, planteaba Henry Ford, es una gran
oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia. Mientras el ensayista
estadounidense Elbert Hubbard manifestaba que “Un fracasado es un individuo que
ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia”.
Un autor anónimo nos recuerda que “Todas las cosas
que salen de ti regresan a ti. Así que no es necesario preocuparse por lo que
vas a recibir. Mejor preocúpate por lo que vas a dar”. Cada día nos brinda la
oportunidad de iniciar de nuevo, con el beneficio de la experiencia de días
anteriores. El sabio Buda nos invitaba a “Cuidar cada momento y cuidaremos todo
el tiempo”.
Tengamos presente las palabras del político
británico William Marriott "La buena madera no crece con facilidad.
Cuantos más fuertes los vientos, más fuertes los árboles”. Somos el resultado
de lo que hacemos de nosotros y con nosotros mismos, de nadie más será
responsabilidad el éxito o el fracaso de nuestras vidas, de manera tal que no
busquemos culpables afuera porque el responsable habita en nosotros, y
podemos verlo cuando nos miramos en el espejo.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
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