viernes, 22 de mayo de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Viernes 22 de Mayo de 2015)‏

“No somos otra cosa que lo que hacemos de nosotros mismos”.
Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés.

REFLEXIÓN: Cada día de nuestras vidas tenemos la opción de construirnos o destruirnos, todo depende de nuestra elección. El escritor estadounidense Richard Bach afirma que "Cuando comenzamos la vida, a cada uno se nos da un bloque de mármol y las herramientas necesarias para convertirlo en una escultura. Podemos arrastrarlo intacto detrás de nosotros, podemos reducirlo a grava o podemos darle una forma gloriosa". En otras palabras, hacemos y somos nuestra propia obra.
Sin embargo, sería irreal no reconocer que para algunos el acto de vivir o de transitar por la vida es más fácil que para otros. Algunos individuos nacen y crecen en condiciones tan precarias de vida que simplemente sobrevivir, para ellos, ya es un gran logro. La probabilidad de salir de esos lugares y circunstancias requiere del consenso y apoyo de otros. Más que un reto individual, es un reto social y colectivo. 
Pero también es cierto que para quienes tienen la posibilidad de leer estas líneas, con acceso a internet y otras condiciones de vida, el principal obstáculo son sus propias  creencias y paradigmas limitantes. 
El director y actor del proyecto de nuestra vida somos nosotros mismos, y lo primero que debemos saber es qué queremos hacer con ella. "Nuestros planes se malogran por falta de objetivos. No hay vientos favorables para el marinero que no sabe qué rumbo tomar", expresaba hace cientos de años el filósofo, político, orador y escritor romano Lucio Séneca. 
"No nos falta valor para emprender ciertas cosas porque son difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor para emprenderlas", planteaba el mismo Lucio Séneca. Muchas veces nos estancamos dando vueltas en el mismo lugar sin avanzar en nada. Peor todavía cuando al estancarnos lo único que hacemos es “rumiar” nuestra “mala suerte”, porque de esa manera perdemos el control de cambiar y mejorar al dejar en manos de la suerte nuestro destino. 
El yogui y gurú hinduista Paramahansa Yogananda reconocía que "La estación del fracaso es el período más propicio para sembrar las semillas del éxito”. El fracaso, planteaba Henry Ford, es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia. Mientras el ensayista estadounidense Elbert Hubbard manifestaba que “Un fracasado es un individuo que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia”. 
Un autor anónimo nos recuerda que “Todas las cosas que salen de ti regresan a ti. Así que no es necesario preocuparse por lo que vas a recibir. Mejor preocúpate por lo que vas a dar”. Cada día nos brinda la oportunidad de iniciar de nuevo, con el beneficio de la experiencia de días anteriores. El sabio Buda nos invitaba a “Cuidar cada momento y cuidaremos todo el tiempo”. 
Tengamos presente las palabras del político británico  William Marriott "La buena madera no crece con facilidad. Cuantos más fuertes los vientos, más fuertes los árboles”. Somos el resultado de lo que hacemos de nosotros y con nosotros mismos, de nadie más será responsabilidad el éxito o el fracaso de nuestras vidas, de manera tal que no busquemos culpables afuera porque el responsable habita en nosotros,  y podemos verlo cuando nos miramos en el espejo. 

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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