miércoles, 27 de mayo de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Miércoles 27 de Mayo de 2015)‏

“Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida”.
Facundo Cabral (1937 -2011). Cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino.

REFLEXIÓN: Reflexionar las experiencias, reconocer nuestros errores y aprender  de ellos es la clave para que utilicemos adecuadamente nuestro tiempo presente y futuro. El esfuerzo y energía desperdiciado en la construcción de excusas y justificaciones podemos, sin lugar a dudas,  utilizarlo de manera más adecuada reflexionando, aprendiendo, mejorando y cambiando. El industrial estadounidense  Henry Ford refería que “La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos”. 
Las excusas llevan el peligroso componente de la mentira. Cuando nos negamos a reconocer nuestros errores estamos sentando las bases para auto-engañarnos y continuar repitiéndolos indefinidamente. El psicólogo, terapeuta y escritor argentino Bernardo Stamateas, afirma: “Si no aprendes a reconocer tus errores, estarás excusándote toda la vida”. 
Es un hecho, tal cual lo expresó  el político y presidente estadounidense Abraham Lincoln, que  “No puedes escaparte de la responsabilidad de mañana al evadirla hoy”. La vida es una excelente maestra, porque cuando no aprendemos la lección,  nos la repite hasta que la aprendemos, dice una expresión popular. Un sabio y viejo consejo nos recuerda: “Si pierdes, no pierdas la lección”. 
No debemos temer a los errores, porque de lo contrario no experimentaríamos o probaríamos nada nuevo en nuestras vidas.  “Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia”, afirmó el médico español Santiago Ramón y Cajal. 
Lo que sí está en nuestras manos  es prepararnos, tomar el tiempo requerido para decidir adecuadamente y  actuar de la mejor manera posible, evitando o disminuyendo el riesgo de  equivocarnos. Es importante precisar cuál fue la causa y cuál es el efecto o consecuencia de los errores, para no desviar nuestros esfuerzos resolviendo solo esos efectos y consecuencias, sin atacar las causas. No resolver las causas implicará que los problemas y las consecuencias volverán con renovada fuerza a golpear nuestra vida. 
Los errores son y deben ser parte de nuestro crecimiento personal y profesional. La única forma de no equivocarnos es no hacer nada; y a pesar de ello, nuestra pasividad, apatía o silencio puede también ser causa de  graves errores. En la vida no existen posiciones neutras, lo que hacemos o no hacemos tendrá efecto en los resultados. “Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera”, fue un valioso mensaje del filósofo y escritor hindú Rabindranath Tagore. 
También es necesario aprender a perdonar nuestros errores, porque no es sano pasar la vida reprochándonos o “rumiando” lo que hemos hecho o dejado de hacer. Similar criterio de perdón debemos ponerlo en práctica para los errores cometidos por los demás.   Lo importante es aprender, hacer lo que nos corresponde cada vez mejor, superarnos como seres humanos y seguir adelante.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).    

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