“Culpar a los demás es no aceptar la
responsabilidad de nuestra vida”.
Facundo Cabral (1937 -2011). Cantautor, poeta,
escritor y filósofo argentino.
REFLEXIÓN: Reflexionar las experiencias, reconocer
nuestros errores y aprender de ellos es la clave para que utilicemos
adecuadamente nuestro tiempo presente y futuro. El esfuerzo y energía
desperdiciado en la construcción de excusas y justificaciones podemos, sin
lugar a dudas, utilizarlo de manera más adecuada reflexionando,
aprendiendo, mejorando y cambiando. El industrial estadounidense Henry
Ford refería que “La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en
hablar de los problemas que en afrontarlos”.
Las excusas llevan el peligroso componente de la
mentira. Cuando nos negamos a reconocer nuestros errores estamos sentando las
bases para auto-engañarnos y continuar repitiéndolos indefinidamente. El
psicólogo, terapeuta y escritor argentino Bernardo Stamateas, afirma: “Si no
aprendes a reconocer tus errores, estarás excusándote toda la vida”.
Es un hecho, tal cual lo expresó el político
y presidente estadounidense Abraham Lincoln, que “No puedes escaparte de
la responsabilidad de mañana al evadirla hoy”. La vida es una excelente
maestra, porque cuando no aprendemos la lección, nos la repite hasta que
la aprendemos, dice una expresión popular. Un sabio y viejo consejo nos
recuerda: “Si pierdes, no pierdas la lección”.
No debemos temer a los errores, porque de lo
contrario no experimentaríamos o probaríamos nada nuevo en nuestras
vidas. “Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en
vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia”,
afirmó el médico español Santiago Ramón y Cajal.
Lo que sí está en nuestras manos es
prepararnos, tomar el tiempo requerido para decidir adecuadamente y
actuar de la mejor manera posible, evitando o disminuyendo el riesgo de
equivocarnos. Es importante precisar cuál fue la causa y cuál es el
efecto o consecuencia de los errores, para no desviar nuestros esfuerzos
resolviendo solo esos efectos y consecuencias, sin atacar las causas. No
resolver las causas implicará que los problemas y las consecuencias volverán con
renovada fuerza a golpear nuestra vida.
Los errores son y deben ser parte de nuestro
crecimiento personal y profesional. La única forma de no equivocarnos es no
hacer nada; y a pesar de ello, nuestra pasividad, apatía o silencio puede
también ser causa de graves errores. En la vida no existen posiciones
neutras, lo que hacemos o no hacemos tendrá efecto en los resultados. “Si
cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera”, fue
un valioso mensaje del filósofo y escritor hindú Rabindranath Tagore.
También es necesario aprender a perdonar nuestros
errores, porque no es sano pasar la vida reprochándonos o “rumiando” lo que
hemos hecho o dejado de hacer. Similar criterio de perdón debemos ponerlo en
práctica para los errores cometidos por los demás. Lo importante es
aprender, hacer lo que nos corresponde cada vez mejor, superarnos como seres
humanos y seguir adelante.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE
(Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).
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