Aunque la realidad es que Dios si puede
estar en todas partes, este proverbio lo que pretende es valorar la divina y
sabia decisión de Dios, cuando al crear a las madres logró un ser especial y único,
capaz de amar a sus hijos más que a sí misma y sin esperar nada a cambio. Como alguien sabiamente expresó “Muchas maravillas
hay en el mundo, pero la obra maestra es el corazón materno”.
El escritor francés Honoré de Balzac afirmaba que “Jamás en la vida encontraréis ternura mejor y más desinteresada que la de vuestra madre”. Es realidad, que nuestra madre es ese ser único dispuesto a pasar incontables horas a nuestro lado cuidándonos en momentos de enfermedad, acompañándonos y tranquilizándonos luego de un mal sueño, ayudándonos a crecer como adultos y apoyándonos en la construcción de nuestros sueños.
Y debemos reconocer que muchos son los sufrimientos en el corazón de una madre, porque desde el momento en que nacemos a nuestra madre ya no le pertenecerá más su propio corazón, porque ella nos lo dará a nosotros.
Grandes figuras de la historia reconocieron la grandeza de sus madres y el importante rol de ellas en sus vidas; por lo cual, tal vez, muchos de ellos no habrían sido lo que llegaron a ser sin ese especial ser que les dio la vida y los formó para sus misiones en la vida. El primer presidente estadounidense George Washington expresaba "Mi madre era la mujer más hermosa que he visto. Todo lo que soy se lo debo a mi madre. Atribuyo todos mis éxitos en la vida a la educación moral, intelectual y física que recibí de ella".
El escritor francés Honoré de Balzac afirmaba que “Jamás en la vida encontraréis ternura mejor y más desinteresada que la de vuestra madre”. Es realidad, que nuestra madre es ese ser único dispuesto a pasar incontables horas a nuestro lado cuidándonos en momentos de enfermedad, acompañándonos y tranquilizándonos luego de un mal sueño, ayudándonos a crecer como adultos y apoyándonos en la construcción de nuestros sueños.
Y debemos reconocer que muchos son los sufrimientos en el corazón de una madre, porque desde el momento en que nacemos a nuestra madre ya no le pertenecerá más su propio corazón, porque ella nos lo dará a nosotros.
Grandes figuras de la historia reconocieron la grandeza de sus madres y el importante rol de ellas en sus vidas; por lo cual, tal vez, muchos de ellos no habrían sido lo que llegaron a ser sin ese especial ser que les dio la vida y los formó para sus misiones en la vida. El primer presidente estadounidense George Washington expresaba "Mi madre era la mujer más hermosa que he visto. Todo lo que soy se lo debo a mi madre. Atribuyo todos mis éxitos en la vida a la educación moral, intelectual y física que recibí de ella".
El también político y presidente estadounidense
Abraham Lincoln expresaba “Todo lo que soy o espero ser se lo debo a la
angelical solicitud de mi madre”. "Nunca supe
cuánto amor mi corazón podía contener hasta que alguien me dijo mamá”, expresó una autora anónima.
Realidades también hay muchas, y debemos reconocer que innumerables madres recorren difíciles y complicados trayectos para lograr que sus hijos crezcan -según su entender y opciones- lo mejor posible. Muchas
de ellas, por diferentes razones, deben batallar solas, afrontando carencias, necesidades y llevando todas las responsabilidades,
inclusive de proveer los recursos económicos para el hogar, en ese doble
y complejo rol de madre y padre.
Jamás debemos olvidar que nuestras madres también son
seres humanos, con virtudes y defectos, que asumieron la responsabilidad de darnos la vida y cuidarnos sin tener un manual de cómo hacerlo. Las creencias y paradigmas, con las que ellas crecieron en épocas, lugares, momentos, circunstancias y culturas distintas a la nuestra, pueden hacerlas
–con el paso de los años- blanco o target de críticas, inclusive de sus propios hijos;
pero, podemos afirmar, con absoluta y total certeza, que ellas siempre
desearon y soñaron lo mejor para su hijos, aunque -quizá- por ignorancia, errores,
omisiones o circunstancias no lograron hacerlo de la manera ideal o perfecta.
De lo que si podemos estar absolutamente seguros, es que ese especial ser, que más allá de darnos la vida, don divino asignado a ella por Dios, creerá en nosotros cuando ya nadie cree, nos protegerá, cuidará, atenderá, con total fidelidad, inclusive en las más difíciles circunstancias, demostrando -hacia sus hijos- total compromiso y entrega hasta el momento de su último
suspiro de vida.
Con admiración y respeto para todas las Madres del Mundo.
¡Feliz Día de las Madres!
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española).
Excelente escrito, Miguel! Denota la grandeza de tu espiritu.
ResponderEliminarCon razón somos amigos desde siempre. Gracias Miguel. Bendiciones a todos los tuyos.
ResponderEliminarExcelente artículo, Miguel. Tan cierto ahora como entonces. Saludos cordiales.
ResponderEliminarExcelente artículo!!!!! Escrito desde tu corazón ♥️! Gracias por este hermoso regalo!
ResponderEliminarDios le bendiga Miguel grandemente por tan emotva reflexión, y que el Señor Osdé cadadia más sabiduría para que nos siga delitando con con esas palabras tan especiales para ese ser tan especial como nuestra Madre. Gracias 😊
ResponderEliminarRecuerdo hermano a tu madre angelical como su nombre.
ResponderEliminarConmueve de verdad el corazón de las madres que hemos tenido el honor de leer esta publicación con lágrimas en los ojos, asimismo somos las madres Felicitaciones para todas las madres del mundo.
ResponderEliminar!Gracias por esas lindas palabras!
ResponderEliminarOk. Don Miguel, solo decirle que ese Artículo es excelente 👏
ResponderEliminarQue gran verdad exite en sus palabras👏🏻
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