“Lo que cuenta no es la fuerza del cuerpo, sino la
fuerza del espíritu”.
J.R.R. Tolkien (1892 - 1973). Escritor, poeta,
filólogo y profesor universitario británico. Autor de la novela El Señor de los
Anillos.
REFLEXIÓN: Un autor anónimo, complementando o
–casi - parafraseando a Tolkien, expresaba que “La fuerza física se mide
por lo que puedes cargar, la fuerza espiritual por lo que puedes
soportar”. Es un hecho que la mayoría de las personas disponen de más
fuerza física que de fuerza espiritual, por ello son débiles ante ciertas
circunstancias de la vida.
El historiador, periodista y filósofo social
húngaro Arthur Koestler consideraba que “El coraje es no dejar que tus acciones
sean influenciadas por tus miedos”. En innumerables oportunidades tenemos las
condiciones físicas o intelectuales requeridas para superar pruebas, pero
un espíritu débil nos impedirá lograrlo.
La armonía, balance y equilibrio de vida la
conseguiremos llevando acompasados nuestro cuerpo, mente, corazón y espíritu,
respetando el equilibrio natural entre ellos. “No hagas de tu cuerpo la tumba
de tu alma”, recomendaba el filósofo y matemático griego Pitágoras de
Samos.
“La relación física sin la espiritual es como el
cuerpo sin alma”, decía Mahatma Gandhi. Porque en realidad, requerimos tomar
conciencia que “No somos seres humanos teniendo una experiencia
espiritual. Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”, tal
cual, lo refirió el religioso y filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin.
A diferencia del alma, el cuerpo necesita muchas
cosas, el alma pocas, decía el poeta, orador y sacerdote inglés George Herbert.
Por su parte, expresaba el escritor estadounidense Ernest Holmes, que “El
intelecto es algo frío y una idea meramente intelectual nunca estimulará el
pensamiento de la misma manera que lo hará una idea espiritual”.
Para quienes tiene la responsabilidad de formar a
otros, especialmente los padres a sus hijos, nunca debe olvidarse la formación integral.
Muchas veces la preocupación por la formación de nuestros hijos la basamos en
lo académico, pero perdemos la referencia que éstos aprenden más de lo que
hacemos cada día, de ese modelo que somos para ellos.
La educación espiritual no podemos –o mejor dicho-
no debemos delegarla en profesores o en los colegios, es nuestra
responsabilidad dar a los hijos una perspectiva espiritual para sus vidas, pero
recordemos que nadie puede dar lo que no tiene. “A veces luchas tanto por
alimentar a tu familia de una forma que olvidas alimentarla de la otra forma,
con la espiritualidad”, expresaba el cantante estadounidense James Brown.
Es a través de la gratitud por el momento presente
que se abre la dimensión espiritual de a la vida, expresa el escritor canadiense
–alemán Eckhart Tolle. “La consciencia espiritual se desarrolla cuando eres
flexible, espontáneo, desapegado y amable con los demás”, afirma Deepak Chopra.
Mientras que el educador y guía espiritual David A. Bednar, decía que “Uno de
los grandes indicadores de nuestra espiritualidad se revela en cómo respondemos
a las debilidades, inexperiencia y acciones potencialmente ofensivas de los
demás”.
El problema con la espiritualidad es que no
podemos conseguirla por vía expresa u “overnight”, como se dice en inglés,
porque debemos desarrollarla a lo largo de nuestro transitar por la vida.
“La gran consciencia viene lentamente, paso a paso. El camino del
crecimiento espiritual es un aprendizaje que dura toda la vida”, dijo el
psiquiatra estadounidense M. Scott Peck. El 30vo. Presidente estadounidense
John Calvin Coolidge indicaba que “No necesitamos más poder intelectual,
necesitamos más poder espiritual. No necesitamos más cosas que se ven,
necesitamos más cosas que no se ven”.
Miguel A. Terán
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
Si te ha gustado esta reflexión, DALE ME GUSTA
(LIKE) en las redes y COMPARTELA. Un buen mensaje toma valor y fuerza en
la medida que se transmite a mayor número de personas. Si cada uno de nosotros
reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario