viernes, 10 de abril de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Viernes 10 de Abril de 2015)‏

“Lo que cuenta no es la fuerza del cuerpo, sino la fuerza del espíritu”.
J.R.R. Tolkien (1892 - 1973). Escritor, poeta, filólogo y profesor universitario británico. Autor de la novela El Señor de los Anillos.
 
REFLEXIÓN: Un autor anónimo, complementando o –casi - parafraseando a Tolkien,  expresaba que “La fuerza física se mide por lo que puedes cargar, la fuerza espiritual por lo que puedes soportar”.  Es un hecho que la mayoría de las personas disponen de más fuerza física que de fuerza espiritual, por ello son débiles ante ciertas circunstancias de la vida.   
El historiador, periodista y filósofo social húngaro Arthur Koestler consideraba que “El coraje es no dejar que tus acciones sean influenciadas por tus miedos”. En innumerables oportunidades tenemos las condiciones físicas o intelectuales requeridas  para superar pruebas, pero un espíritu débil nos impedirá lograrlo.   
La armonía, balance y equilibrio de vida la conseguiremos llevando acompasados nuestro cuerpo, mente, corazón y espíritu, respetando el equilibrio natural entre ellos. “No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma”, recomendaba  el filósofo y matemático griego Pitágoras de Samos. 
“La relación física sin la espiritual es como el cuerpo sin alma”, decía Mahatma Gandhi. Porque en realidad, requerimos tomar conciencia que  “No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual. Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana”, tal cual, lo refirió el religioso y filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin. 
A diferencia del alma, el cuerpo necesita muchas cosas, el alma pocas, decía el poeta, orador y sacerdote inglés George Herbert. Por su parte, expresaba el escritor estadounidense Ernest Holmes, que “El intelecto es algo frío y una idea meramente intelectual nunca estimulará el pensamiento de la misma manera que lo hará una idea espiritual”. 
Para quienes tiene la responsabilidad de formar a otros, especialmente los padres a sus hijos, nunca debe olvidarse la formación integral. Muchas veces la preocupación por la formación de nuestros hijos la basamos en lo académico, pero perdemos la referencia que éstos aprenden más de lo que hacemos cada día, de ese modelo que somos para ellos. 
La educación espiritual no podemos –o mejor dicho- no debemos delegarla en profesores o en los colegios, es nuestra responsabilidad dar a los hijos una perspectiva espiritual para sus vidas, pero recordemos que nadie puede dar lo que no tiene. “A veces luchas tanto por alimentar a tu familia de una forma que olvidas alimentarla de la otra forma, con la espiritualidad”, expresaba el cantante estadounidense James Brown. 
Es a través de la gratitud por el momento presente que se abre la dimensión espiritual de a la vida, expresa el escritor canadiense –alemán Eckhart Tolle. “La consciencia espiritual se desarrolla cuando eres flexible, espontáneo, desapegado y amable con los demás”, afirma Deepak Chopra. Mientras que el educador y guía espiritual David A. Bednar, decía que “Uno de los grandes indicadores de nuestra espiritualidad se revela en cómo respondemos a las debilidades, inexperiencia y acciones potencialmente ofensivas de los demás”. 
El problema con la espiritualidad es que no podemos conseguirla por vía expresa u “overnight”, como se dice en inglés, porque debemos desarrollarla a lo largo de nuestro transitar por la vida.  “La gran consciencia viene lentamente, paso a paso. El camino del crecimiento espiritual es un aprendizaje que dura toda la vida”, dijo el psiquiatra estadounidense M. Scott Peck. El 30vo. Presidente estadounidense John Calvin Coolidge indicaba que “No necesitamos más poder intelectual, necesitamos más poder espiritual. No necesitamos más cosas que se ven, necesitamos más cosas que no se ven”.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.

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“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.


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