“El desapego, no es que tú no debas poseer
nada. Es que nada te posea a ti”.
Ali Ibn Abi Talib (599 DC – 661 DC). Califa e Imán
Musulmán.
REFLEXIÓN: Un proverbio Zen expresa que
“Conocimiento es aprender algo cada día y Sabiduría es desapegarte de algo cada
día”; conocer y desapegarse, dos elementos importantes para vivir. El
primero, conocer, nos permite salir de la ignorancia; el segundo,
desapegarnos, nos libera de la esclavitud de los apegos.
El apego es ese estado emocional que nos vincula,
une o ata de manera anormal - y hasta enfermiza – a ese objeto de apego, y se
origina en la errónea creencia de que es o será imposible alcanzar la felicidad
sin esa persona, cosa, condición o situación; y el solo hecho de pensar
perderle, nos hace infelices.
“El mundo está lleno de sufrimiento. La raíz del
sufrimiento es el apego a las cosas. La felicidad consiste precisamente en
dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea”, planteaba Buda, el sabio fundador
del budismo.
Por su parte, el Dalái Lama, expresa que
“Nuestros problemas se deben a un apego apasionado a las cosas y a deseos
que nunca se satisfacen por completo, entonces generan aún más angustia.
Percibimos a las cosas como permanentes. En el empeño de conseguir estos
objetos de nuestro deseo, empleamos la agresión y la competencia como
herramientas supuestamente eficaces, y nos destruimos cada vez más en el
proceso”.
Igual riesgo, no expresado por el Dalái Lama,
corremos con el apego a personas, creando relaciones humanas patológicas.
El éxito, tan de moda, tan impreciso y
afanosamente buscado en estos tiempos, se convierte en uno de los deseos
y apegos que más puede esclavizarnos, porque siempre corremos el riesgo de
querer “un poquito más”. En parecida condición de apego se ubican el
dinero, la fama y el poder.
El desapego de ninguna manera es abandono o
desinterés, sino un sano equilibrio en nuestras relaciones con lo que nos rodea
o con quien interactuamos.
Se reconoce que la sabiduría nos ayuda a vivir sin
apegos, permitiéndonos transitar por la vida de manera más ligera y con “poco
equipaje”, disfrutando de relaciones sanas e independientes en lo material
y afectivo; así como tomando conciencia de la importancia del momento
presente, para vivirlo, sin permitir que nos lo hurte ni el pasado ni el
futuro.
El Maestro espiritual Osho afirmaba que el
comienzo y el final no son dos cosas. Palabras más, palabras menos, Osho
expresaba que el principio será como una semilla; el final, será como un árbol.
Pero el árbol está escondido en la semilla, así que el principio es el final.
La semilla de los apegos va creciendo en la medida que poseemos y acumulamos,
porque al desear más, acumulamos más, hasta que al final quedamos atrapados en
el apego a lo que poseemos.
“Lo que poseemos nos posee”, afirma el
filósofo contemporáneo español Fernando Savater, y eso es precisamente lo que
debemos evitar para no ser esclavos. Entendiendo, que podemos poseer
cosas, nunca personas; pero por ninguna razón debemos permitir que nada ni
nadie nos posea.
Miguel A. Terán
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
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