miércoles, 8 de abril de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Jueves 09 de Abril de 2015)‏

“El desapego,  no es que tú no debas poseer nada.  Es que nada te posea a ti”.
Ali Ibn Abi Talib (599 DC – 661 DC). Califa e Imán Musulmán.

REFLEXIÓN: Un proverbio Zen expresa  que “Conocimiento es aprender algo cada día y Sabiduría es desapegarte de algo cada día”; conocer y desapegarse, dos elementos  importantes para vivir. El primero, conocer, nos permite salir de la ignorancia;  el segundo, desapegarnos, nos libera de la esclavitud de los apegos. 
El apego es ese estado emocional que nos vincula, une o ata de manera anormal - y hasta enfermiza – a ese objeto de apego, y se origina en la errónea creencia de que es o será imposible alcanzar la felicidad sin esa persona, cosa, condición o situación; y el solo hecho de pensar perderle, nos hace infelices.  
“El mundo está lleno de sufrimiento. La raíz del sufrimiento es el apego a las cosas. La felicidad consiste precisamente en dejar caer el apego a todo cuanto nos rodea”, planteaba Buda, el sabio fundador del budismo. 
Por su parte, el Dalái Lama, expresa que  “Nuestros problemas se deben a un apego apasionado a las cosas y a deseos que nunca se satisfacen por completo, entonces generan aún más angustia. Percibimos a las cosas como permanentes. En el empeño de conseguir estos objetos de nuestro deseo, empleamos la agresión y la competencia como herramientas supuestamente eficaces, y nos destruimos cada vez más en el proceso”. 
Igual riesgo, no expresado por el Dalái Lama, corremos con el apego a personas, creando relaciones humanas patológicas.
El éxito,  tan de moda, tan impreciso y afanosamente buscado en estos tiempos,  se convierte en uno de los deseos y apegos que más puede esclavizarnos, porque siempre corremos el riesgo de querer “un poquito más”.  En parecida condición de apego se ubican el dinero, la fama y el poder. 
El desapego de ninguna manera es abandono o desinterés, sino un sano equilibrio en nuestras relaciones con lo que nos rodea o con quien interactuamos.  
Se reconoce que la sabiduría nos ayuda a vivir sin apegos, permitiéndonos transitar por la vida de manera más ligera y con “poco equipaje”, disfrutando de relaciones sanas e independientes en lo material y  afectivo; así como tomando conciencia de la importancia del momento presente, para vivirlo, sin permitir que nos lo hurte ni el pasado ni el futuro. 
El Maestro espiritual Osho afirmaba que el comienzo y el final no son dos cosas. Palabras más, palabras menos, Osho expresaba que el principio será como una semilla; el final, será como un árbol. Pero el árbol está escondido en la semilla, así que el principio es el final. La semilla de los apegos va creciendo en la medida que poseemos y acumulamos, porque al desear más, acumulamos más, hasta que al final quedamos atrapados en el apego a lo que poseemos. 
“Lo que poseemos nos posee”, afirma  el filósofo contemporáneo español Fernando Savater, y eso es precisamente lo que debemos evitar para no ser esclavos. Entendiendo, que podemos poseer cosas, nunca personas; pero por ninguna razón debemos permitir que nada ni nadie nos posea.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.

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“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.


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