“Extraño esa época en que mi única preocupación
era colorear sin salirme de la rayita”.
Autor Anónimo
(En memoria de John G. Moreno The Dream
Catcher)
REFLEXIÓN: A medio mundo le gustan los perros,
dice Mafalda, y hasta el día de hoy nadie saber que quiere decir guau. La
esencia para no complicarse es no tratar de descifrar el lenguaje perruno,
porque hacerlo si sería toda una complicación y, tal vez, acabaría con el
encanto de los canes. La naturaleza demuestra con hechos la importancia
de no complicarse la vida. Cuando llega el otoño, ninguna hoja está angustiada
ni llena de expectativas, pensando en qué lugar del piso va a caer ni mucho
menos que le depara el futuro como hoja seca.
El poeta chileno Pablo Neruda afirmaba que
“El niño que no juega no es niño, pero el adulto que no juega perdió para
siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”. Nos tomamos la vida
tan en serio que nos arriesgamos a desdibujarnos la sonrisa y, ello sea señal
de que perdimos la felicidad; y lo cierto, es que de la experiencia de vivir al
final no saldremos vivos.
Es un hecho que “La infancia tiene sus propias
maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender
sustituirlas por las nuestras”, afirmaba el filósofo francés Jean Jacques
Rousseau, algunos siglos atrás; pero la realidad en nuestros tiempos ha sido
imponer a los niños retos y objetivos de adultos, con lo cual pierden la
belleza y el disfrute de la infancia.
Tengamos presente que “Lo que se dé a los niños,
los niños darán a la sociedad”, tal cual afirmó Karl A. Menninger, el
reconocido psiquiatra y escritor estadounidense. Recogeremos en los adultos lo
que sembramos en los niños. Recordemos que no solo estamos criando niños sino
estamos creando los adultos del mañana.
Quien fue Primera Dama estadounidense, Eleanor
Roosevelt decía “Estoy tan contenta, nunca me siento importante porque eso lo
que hace es complicar la vida”. Por su parte, el artista y diseñador italiano,
Bruno Munari decía “El progreso implica simplificar, no complicar”. Y hay quien
considera: “¿Para qué hacerlo fácil si podemos complicarlo?”. La
complicación es la fuente de muchos negocios que ofrecen soluciones como su
clave de servicio.
Años atrás la preocupación de la gente estaba
centrada en el presente, que es en realidad el tiempo en el cual vivimos. Para
nuestros antepasados, no muy remotos, apenas unas cuantas décadas atrás, el
futuro con sus angustias, incertidumbres y amenazas, tal como lo sentimos
hoy, no era para nada importante.
Hoy día somos víctimas del ataque del futuro,
bombardeados con miedos y temores, llenos de amenazas e incertidumbres,
para lo cual existen múltiples “soluciones” a disposición como parte de un
sustancioso mercado y negocio, que nos roba energía y disfrute del
presente, con la oferta de “garantizarnos” un mejor y seguro futuro, lo cual es
una utopía que nadie puede garantizar.
La escritora y activista neerlandesa Corrie ten
Boom decía: “La preocupación no elimina el dolor del mañana, sino que elimina
la fuerza del hoy”. Esa sobredimensión del problema, la expresa el escritor
estadounidense Wayne W. Dyer, de la siguiente manera “La catástrofe que tanto
te preocupa, a menudo resulta ser menos horrible en la realidad, de lo que fue
en tu imaginación”.
La realidad parece ser que “Las preocupaciones se
pierden con el tiempo”, tal cual lo expresó el poeta español Ramón de
Campoamor. “Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las
cuales nunca sucedieron”, se dice que fueron palabras del famoso escritor y
filósofo francés Michel de Montaigne, en su lecho de muerte.
El Vicealmirante escoces Robert Elliot planteaba
que “La regla número uno es: no te preocupes por las cosas pequeñas. La regla
número dos es: todo son cosas pequeñas”. Mientras un autor anónimo
recomendó “Disfruta ahora de la vida, porque esto no es un ensayo”.
Hay quienes se esfuerzan para llenarse de cosas,
dinero, poder y personas, sin comprender que todo lo que consiguen y acumulan,
lo han pagado con su propia vida y sacrificando sus propios sueños.
Decía el escritor francés Antoine de Saint-Exupery, autor de la famosa novela
El Principito, que “Los niños han de tener mucha tolerancia con los adultos”.
Miguel A. Terán
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
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