“Las noches más oscuras son las que ofrecen
amaneceres más luminosos. Lo único que se necesita es tener suficiente fe para
resistir hasta el amanecer”.
Rabindranath Tagore (1861-1941). Escritor, poeta y
filósofo bengalí. Premio Nobel de Literatura (1913).
REFLEXIÓN: Una de las razones para vivir es ser
felices. Entendemos las vicisitudes de esta vida, esa mezcla de sucesos
prósperos y adversos, en los que generalmente transcurre nuestra diaria
existencia. Pero es un hecho que cada día nos brinda nuevas oportunidades
para alcanzar la anhelada felicidad. Muchas cosas que hoy no comprendemos,
mañana serán claras y obvias.
Mientras esperamos ese amanecer, tenemos la
oportunidad de madurar, cambiar y crecer con las experiencias vividas; y ello,
nos permitirá ver las cosas, eventos, sucesos, circunstancias y personas de una
manera diferente. Así, las diferencias y desencuentros que tenemos con otros
solo los comprenderemos cuando entendamos sus desafíos, luchas y sufrimientos
diarios.
Ocurre que nos hemos acostumbrado a percibir
carencias, enfocados siempre en lo que nos falta y en lo que no tenemos; y
especialmente, en lo que no somos, por ello sufrimos. Comúnmente vemos -o con
algo de creatividad- encontramos errores, problemas, imperfecciones, fallas y fracasos.
Y esa perspectiva negativa impide que veamos los avances y logros de cada día.
“El que puede cambiar de pensamientos puede
cambiar su destino” decía Stephen Crane, el escritor y periodista
estadounidense. Parece más fácil ver lo malo que lo bueno. Y por ello, es común
ver el vaso de agua medio vacío.
El fundador del gigante chino de comercio
electrónico Alibaba, Jack Ma, reconocido como el hombre más rico de China,
expresa "A veces podemos darnos el gusto de lamentarnos, no existe nada
malo en esto. Pero si regularmente nos deprimimos y con frecuencia nos quejamos
de la vida, entonces esto se parecerá al alcoholismo. Mientras más bebemos, más
difícil será de parar".
Es también importante y justo agradecer a aquellos
quienes estuvieron a nuestro lado, apoyándonos o por lo menos haciéndonos
compañía, mientras llegaba ese amanecer, que refiere Tagore. Aprender a
agradecer y ser agradecidos es condición indispensable para estar en paz y ser
felices, porque cuando no agradecemos perdemos la capacidad de valorar todo lo
que recibimos.
Pero como todo tiene su límite, es válido esperar,
pero por un tiempo prudente, porque nos arriesgamos a hacer realidad lo
expresado por el teólogo católico y matemático inglés, William George Ward,
quien dijo: “Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera
demasiado, se los pierde”. En todo caso, cuando la angustia nos ataca, es bueno
tener siempre presente que en “En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia”.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
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