lunes, 6 de abril de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Lunes 06 de Abril de 2015)‏

“Las noches más oscuras son las que ofrecen amaneceres más luminosos. Lo único que se necesita es tener suficiente fe para resistir hasta el amanecer”.
Rabindranath Tagore (1861-1941). Escritor, poeta y filósofo bengalí. Premio Nobel de Literatura (1913).

REFLEXIÓN: Una de las razones para vivir es ser felices. Entendemos las vicisitudes de esta vida, esa mezcla de sucesos prósperos y adversos, en los que generalmente transcurre nuestra diaria existencia.  Pero es un hecho que cada día nos brinda nuevas oportunidades para alcanzar la anhelada felicidad. Muchas cosas que hoy no comprendemos, mañana serán claras y obvias.
Mientras esperamos ese amanecer, tenemos la oportunidad de madurar, cambiar y crecer con las experiencias vividas; y ello, nos permitirá ver las cosas, eventos, sucesos, circunstancias y personas de una manera diferente. Así, las diferencias y desencuentros que tenemos con otros solo los comprenderemos cuando entendamos sus desafíos, luchas y sufrimientos diarios. 
Ocurre que nos hemos acostumbrado a percibir carencias, enfocados siempre en lo que nos falta y en lo que no tenemos; y especialmente, en lo que no somos, por ello sufrimos. Comúnmente vemos -o con algo de creatividad- encontramos errores, problemas, imperfecciones, fallas y fracasos. Y esa perspectiva negativa impide que veamos los avances y logros de cada día. 
“El que puede cambiar de pensamientos puede cambiar su destino” decía Stephen Crane, el escritor y periodista estadounidense. Parece más fácil ver lo malo que lo bueno. Y por ello, es común ver el vaso de agua medio vacío. 
El fundador del gigante chino  de comercio electrónico Alibaba, Jack Ma, reconocido como el hombre más rico de China, expresa "A veces podemos darnos el gusto de lamentarnos, no existe nada malo en esto. Pero si regularmente nos deprimimos y con frecuencia nos quejamos de la vida, entonces esto se parecerá al alcoholismo. Mientras más bebemos, más difícil será de parar". 
Es también importante y justo agradecer a aquellos quienes estuvieron a nuestro lado, apoyándonos o por lo menos haciéndonos compañía, mientras llegaba ese amanecer, que refiere Tagore. Aprender a agradecer y ser agradecidos es condición indispensable para estar en paz y ser felices, porque cuando no agradecemos perdemos la capacidad de valorar todo lo que recibimos. 
Pero como todo tiene su límite, es válido esperar, pero por un tiempo prudente, porque nos arriesgamos a hacer realidad lo expresado por el teólogo católico y matemático inglés, William George Ward, quien dijo: “Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde”. En todo caso, cuando la angustia nos ataca, es bueno tener siempre presente que en “En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia”.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web


No hay comentarios:

Publicar un comentario