jueves, 12 de marzo de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Viernes 13 de Marzo de 2015)

“El defecto humano que más me gustaría corregir es la agresividad”.
Stephen Hawking (n. 1942) Físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico.


REFLEXIÓN: El diccionario define la agresividad como la tendencia a actuar o a responder violentamente. Una persona agresiva generalmente responde –o mejor dicho- reacciona de manera desproporcionada a los estímulos, sin pensar ni razonar previamente lo ocurrido, por lo cual no se permite el tiempo requerido para evaluar las variables o factores involucrados.   


El mismo Hawking comenta, en una entrevista realizada por la  periodista Adaeze Uyanwah, que la agresividad “Pudo haber sido útil para la supervivencia en la era cavernícola; para obtener más alimentos, proteger el territorio o encontrar una pareja con la que reproducirse, pero ahora amenaza con destruirnos a todos. La escogencia de la agresividad, como el defecto humano a corregir,  está basada en que un comportamiento propenso a la ira podía traer consigo decisiones destructivas”.

“Advirtió también que una guerra nuclear podría acabar con la civilización y, posiblemente, con la raza humana. Su consejo fue reemplazar la agresión por la empatía, que nos reuniría a todos en un estado de armonía y paz”.

 La reconocida figura estadounidense del Budismo Tibetano Pema Chodron, afirma que “Hay tres venenos primordiales: la pasión, la agresión y la ignorancia”. En parecido orden de ideas, una persona agresiva está llena de veneno, decía el filósofo chino Confucio. Todo ese daño va por dentro del individuo agresivo, pero se expresa en decisiones, palabras y acciones que afectan a otros y al entorno en general.

 Ese individuo cargado de agresividad y de temperamento violento, es común encontrarlo en muchos lugares, pretendiendo vaciar su toxicidad sobre cualquiera que tropiece en el camino. Sus reacciones agresivas, como mencionamos líneas atrás, no tienen proporción con lo ocurrido e inclusive, en oportunidades, ni siquiera relación alguna. Es alguien que se levanta y sale cargado de frustraciones, buscando una excusa para descargar su ira y violencia en alguien o en algo. 

La agresividad se hace realidad a través de la violencia, de diferente tipo. Pero detrás de la agresividad, en muchos casos, se oculta el miedo. Tal vez, como decía el político y pensador hindú, Mahatma Gandhi “La violencia es el miedo a los ideales de los demás”. Sin embargo, el mismo Gandhi reconocía que “Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia” y que “La victoria lograda por violencia es equivalente a una derrota, porque es momentánea”.

Dominados por la emocionalidad y tratando de defendernos o responder a la violencia, muchas veces caemos en “terrenos” o condiciones favorables a quien agrede y terminamos enfrascados en una lucha con “un caimán en una charca”, con pocas posibilidades de ganar.  La violencia germina de manera muy rápida y en poco tiempo, las agresiones y actos violentos se convierten en parte del entorno y la cultura de una pareja, familia o sociedad. Padres violentos tiene mayor probabilidad de formar hijos violentos, y familias violentas hacen sociedades violentas.

Decía el poeta, novelista y ensayista libanés Kahlil Gibran “Si tu corazón es un volcán ¿Cómo quieres que dé flores?”.

Miguel A. Terán
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Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.

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“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.

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