“No se trata de que tan grande es la casa, es de
cuán feliz es el hogar”.
David Wolfe. Experto en salud, nutrición y
belleza.
REFLEXIÓN: Es un hecho que cada vez hay más casas
y menos hogares, triste realidad. Es fácil entender la diferencia, las casas
son construidas con arena, cemento y metales, los hogares son construidos con
valores y amor. La palabra hogar conlleva sentido de pertenencia, amor,
familia, valores y sensación de seguridad y paz. Mientras, la palabra
casa transmite más la idea de un lugar físico en el cual vivimos.
Expresaba el poeta, novelista y científico alemán
Johann Wolfgang Goethe “Aquel que
encuentra la paz en su hogar, ya sea rey o campesino, es de todos los seres
humanos el más feliz”. El escritor español Antonio Gala, lo expresaba de una
manera aún más simple y sencilla “Una casa es un lugar donde uno es esperado”.
El político e intelectual español Enrique Tierno Galván refería que “Todos
tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar
público”, ampliando la perspectiva de hogar hasta nuestra sociedad, que debería
llegar a ser así cuando conformamos una verdadera comunidad de seres humanos.
Decía el religioso estadounidense David O. McKay,
que “Ningún éxito en la vida compensa el fracaso en el hogar”. Parece una
realidad el proverbio alemán “Tu casa puede sustituir al mundo; el mundo jamás
sustituirá a tu casa”. En las modernas sociedades ha crecido el tamaño de las
casas, pero entre tantas habitaciones y espacios vacíos, parece hacerse
extraviado el amor que las hubiera convertido en hogares.
“Los mejores momentos de mi vida han sido aquellos
que he disfrutado en mi hogar, en el seno de mi familia”, fueron palabras de
Thomas Jefferson, tercer Presidente de los Estados Unidos de América y uno de
los Padres Fundadores de esta nación. El filósofo, político y escritor inglés
Francis Bacon, recomendaba “Las casas se construyen para ser habitadas,
no para ser contempladas”.
Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da
tres vueltas por tu propia casa, nos recuerda un Proverbio chino. Tal vez dando
esas vueltas, lo primero que terminamos reconociendo es que tenemos simplemente
una casa y no un hogar. Porque nos queda claro que un hogar es mucho más que
una casa.
Al fin y al cabo, el dinero puede
comprar una o muchas casas, pero nunca podrá comprar un hogar.
Miguel A. Terán
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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la medida que se transmite a mayor número de personas. Si cada uno de nosotros
reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
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