“El dinero son
números y los números nunca finalizan. Si se necesita dinero para ser feliz
nuestra búsqueda de la felicidad nunca acabara”.
Robert N.
Marley “Bob Marley” (1945-1981). Músico, guitarrista y compositor jamaiquino
REFLEXIÓN:
Asociamos lo que hacemos y tenemos con lo que somos, pero no siempre es cierto,
aunque un viejo refrán pretende recordarnos que “tanto tenemos tanto valemos”.
Parecen oportunas –para entender mejor el tema- las palabras del psicólogo y
filósofo de origen alemán, Eric Fromm, cuando afirmó y se preguntó: "Si
soy lo que tengo y lo que tengo lo pierdo, entonces ¿Quién soy?”.
El escritor
francés Alejandro Dumas (hijo), recomendaba “No estimar el dinero en más ni en
menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo”. Cuando lo
valoramos en exceso, llega a poseernos y se hacen ciertas las palabras del estadista y científico
estadounidense Benjamin Franklin, quien dijo: “De aquel que opina que el dinero
puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer
cualquier cosa por dinero”.
Es innegable
que el dinero es útil y necesario, pero también parece cierto, luego de ver
tantos casos a nuestro alrededor, que “Algún dinero evita preocupaciones;
mucho, las atrae”, como bien expresó el filósofo chino Confucio, hace más de
dos milenios.
A innumerables
individuos el dinero les atrapa de tal manera, que la vida se les va luchando
para obtenerlo, acumularlo y finalmente cuidándolo por miedo a perderlo. Ese
mismo temor a perderlo impide, a quien
lo posee, disfrutarlo. Pero la realidad es que “La riqueza consiste
mucho más en el disfrute que en la posesión”, tal cual afirmó el filósofo
griego Aristóteles, también muchos siglos atrás.
“No es pobre
el que tiene poco, sino el que mucho desea”, planteaba el filósofo Séneca. Es
ese incontrolable deseo de poseer más, de sentir que no es suficiente lo que
tenemos para un futuro lleno de miedos, temores e incertidumbre, lo que nos
seca el corazón y el alma, hurtándonos
la paz y alejándonos de la felicidad.
Por su parte,
el Maestro Espiritual Dalái Lama, deja un interesante y completo punto de
vista, cuando se pregunta ¿Qué es lo que más me sorprende de la Humanidad?,
respondiéndose: Que perdemos la salud para acumular dinero. Después perdemos el
dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro,
olvidamos el presente de tal forma que acabamos por no vivir ni en el presente,
ni en el futuro. Y vivimos como si nunca fuésemos a morir. Y morimos como si nunca
hubiésemos vivido.
El también
filósofo griego Platón, afirmaba que “La pobreza no viene por la disminución de
las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos”. Porque es cierto que
“La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da”, tal y como
lo expresaba el filósofo alemán Arthur Schopenhauer. A través del tiempo,
muchos sabios y pensadores han llegado a
reconocer al dinero como una nueva forma de esclavitud.
“Solo es pobre
aquel que siempre desea más”, decía el poeta español, Mariano Aguiló. En ese querer y desear más y más, olvidamos
disfrutar lo que hemos conseguido y estamos más preocupados buscando lo que aún
nos falta, que quizá nunca encontraremos, porque cada día el objetivo es
superior. Al respecto el pensador francés Luc de Clapiers decía “No es verdad
que se haya hecho fortuna cuando no se sabe disfrutar de ella”. Pero lo cierto
parece ser que “Hasta que no estés en paz con lo que eres, nunca estarás
contento con lo que tienes”, tal cual lo expresó la escritora Doris Mortman.
Enseñemos a
nuestros hijos el valor de las personas, el esfuerzo y las cosas, enseñémosles
a vivir en valores, para que no solo se preocupen por el precio, ya que no todo
en la vida tiene una etiqueta y –definitivamente – lo que realmente vale en la
vida no tiene precio.
Miguel A.
Terán
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Nota: imagen
extraída de la web (dreamstime.com)
Referencias:
Tomadas de Wikipedia.
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nosotros reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive,
reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
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