“Si
hallas un camino sin obstáculos, lo más probable es que no te lleve a ninguna
parte”.
Frank
Clark (1860 – 1936). Abogado y político estadounidense
REFLEXIÓN:
Un proverbio árabe dice “Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría”. Una
senda o camino fácil puede hacer de nosotros individuos mediocres y cómodos,
sin capacidad ante la frustración. Por el contrario, un camino de retos y tropiezos
nos permite madurar, cambiar y crecer. Ese transitar entre altas y bajas, entre
dificultades y logros, entre triunfos y fracasos debe dejarnos valiosa experiencia.
Tenemos
el reto de convertir esa experiencia en aprendizaje. Recordando las palabras Laurence
J. Peter, el creador del Principio de Peter, cuando dijo: “Solo una cosa es más
dolorosa que aprender de la experiencia, y es, no aprender de la experiencia”.
Tengamos presente, que “Si estás cómodo, no estás creciendo”.
El
industrial estadounidense Henry Ford, consideraba que “Los obstáculos son esas
cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu meta”. Y es cierto que comenzamos
a ver y a rumiar los “peros” que están a la orilla del camino, tentándonos para
que desistamos de nuestro sueño, objetivo o meta. Por su parte, la escritora
española Concepción Arenal decía “Cuanto más se dividen los obstáculos son más
fáciles de vencer”, planteando una interesante y válida forma de “divide y vencerás”,
para superar las dificultades, impedimentos o inconvenientes que debemos
enfrentar.
Mientras
el dramaturgo, humorista y comediógrafo francés Jean-Baptiste Poquelin, llamado
“Moliére”, afirmaba que “Cuanto más grande es el obstáculo, mayor la gloria de haberlo
superado”. Y el escritor argentino Jorge Luis Borges, consideraba que “Hay
derrotas que tienen más dignidad que la misma victoria”. En ambos casos, está planteada
la lucha para superar las dificultades.
Es
realidad que innumerables obstáculos están solo en nuestra mente. Y por ello,
la lucha debe comenzar dentro de nosotros mismos, decía el poeta inglés Robert
Browning. Un obstáculo común es pretender verlo todo con claridad antes de
decidir, y tal cual reconocía el
filósofo suizo Henry-Frédéric Amiel, nunca
nos decidimos. Pretender tener todo bajo control, no es buena opción, porque
corremos el riesgo de quedar atrapados en la “parálisis por análisis”.
Es
necesario tener un sueño para iniciar el recorrido y establecer el compromiso
requerido para continuar en la ruta hasta alcanzarlo, siempre y cuando no
pierda validez o sentido por el camino. Se reconoce que no debemos pedir a Dios
que nos aligere el peso de la vida, sino que nos dé fuerza para llevarlo.
Recordemos que lo que realmente importa es lo que sucede en nosotros no lo que
nos sucede a nosotros. La diferencia, entre una evaluación positiva o una
negativa de la experiencia es la forma en
que interpretamos la experiencia que hemos vivido.
Miguel
A. Terán
Blog:
www. miguelterancoach.blogspot.com
Facebook:
https://www.facebook.com/miguelterancoach
Linkedin:
http://www.linkedin.com/in/miguelterancoach
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota:
imagen extraída de la web
Referencias:
Tomadas de Wikipedia.
Si
te ha gustado esta reflexión, DALE ME GUSTA (LIKE) en las redes y COMPARTELA. Un buen mensaje toma valor y
fuerza en la medida que se transmite a mayor número de personas. Si cada uno de
nosotros reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña,
vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario