“No son nuestras habilidades las que muestran como
somos, sino nuestras elecciones”.
Albus Dumbledore (1881-1996). El personaje Mago de
ficción de las novelas de Harry Potter.
REFLEXIÓN: La vida está llena de pequeñas
elecciones que tomamos y ejecutamos cada día, y que no por su tamaño o
dimensión podemos descalificarlas o quitarles importancia. El experto en
liderazgo, desarrollo personal y autor canadiense Robin S. Sharma afirma que
–para bien o para mal - “Pequeñas decisiones conducen, con el tiempo, a grandes
consecuencias”. Entonces, es una realidad que elegir implica una responsabilidad
–con los otros o con nosotros mismos- que debemos considerar antes de hacerlo y
que asumimos una vez tomada y ejecutada la decisión.
La simple y sencilla decisión de colocar queso a
una hamburguesa y escoger la ración de papas grandes, luce pequeña y
aparentemente poco importante o trascendente, comparada con otras decisiones de
más impacto en el momento; pero esta “diminuta” decisión repetida en el tiempo
concluirá aportándonos algunos kilos de más y unas decenas adicionales en
nuestros valores de colesterol, que deteriorarán – a mediano plazo- nuestra
salud.
Observemos que no es una decisión tan grande como
“mudarnos a otro continente”, ni tan complicada como un “divorcio poco
amigable” o como “renunciar al trabajo” y quedarnos sin ingresos, pero sus
efectos traerán grandes consecuencias, como líneas atrás refirió R. Sharma.
Entonces, antes de decidir es absolutamente sano
considerar las consecuencias de esa decisión. No es adecuada práctica decidir y
luego dedicarse a reparar el daño, impacto o problema que resultó de la
apresurada decisión. El terapeuta y escritor argentino Jorge Bucay se pregunta
“¿El camino que se elige es siempre el correcto?”, para responderse: “Lo
correcto está en la elección, no en el acierto”.
Cuando elegimos estamos escogiendo, prefiriendo a alguien o algo,
en lugar de otro alguien o algo. La mayor parte de las veces las decisiones son
excluyentes, si tomamos una, desechamos, rechazamos o dejamos fuera la otra
alternativa u opción. En oportunidades, hay quien intenta tomar las dos
opciones, lo cual también es una decisión, pero generalmente poco sustentable
en el tiempo.
En cuanto a las habilidades, éstas se ponen en
práctica luego que hemos elegido y - en realidad- de poco sirven nuestras
habilidades si la elección no fue la correcta. Incluso, podemos contar con
habilidades que no aplican como herramientas para dar soporte a algunas
elecciones.
El motivador, autor y entrenador de futbol
americano NCAA y la NFL Lou Holtz, plantea que “La habilidad es lo que permite
hacer ciertas cosas; la motivación determina lo que se hace y la actitud cuán
bien se hace”.
Nuestras elecciones están bajo la influencia de
nuestras reales prioridades que a la vez se basan en nuestros propios
paradigmas y creencias. El autor Renny Yagosesky, afirma que “Todo está en
nuestras decisiones. El que elige bien, vive bien”. Y Antony Robins, en similar
línea de pensamiento, plantea que son nuestras decisiones y no nuestras
condiciones lo que determinan nuestro destino.
Debemos asumir las elecciones que nos corresponde
asumir, porque de lo contrario otro decidirá por nosotros. La vida
consiste en tomar opciones. El destino de cada uno de nosotros depende de las
opciones que tomamos, dice el mismo Robin Sharma. Las elecciones y decisiones que
tomamos nos definen mejor que las palabras que expresamos para describirnos o
las habilidades de que disponemos para ejecutarlas.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
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