“Me gustaría
vivir eternamente, por lo menos para ver cómo en cien años las personas cometen
los mismos errores que yo”.
Winston Churchill (1875-1965). Político y estadista
británico.
REFLEXIÓN: En su brillantez Sir Winston Churchill, el
flamante ex Primer Ministro Británico de tiempos de guerra y Premio Nobel de
Literatura, había comprendido ese reiterado o repetir de historias y
lecciones – a personas y sociedades – resultado de no haberlas entendido
adecuadamente. Un vieja expresión nos recuerda que “La vida es tan buena
maestra, que si no aprendes una lección, te la repite y te la repite, hasta que
la aprendas o hasta el día de tu muerte”.
Leer frases, pensamientos, proverbios y reflexiones de
cientos y hasta miles de años nos permite comprender, si reflexionamos al
respecto, que no hemos aprendido muchas lecciones. Seguimos primitivos en
muchas cosas. Algunas de estas antiquísimas frases continúan vigentes, tal cual
recién escritas por sus autores. Ello parece invitarnos a comprender que
continuamos – de alguna manera – pensando y actuando, como siempre lo hemos
hecho.
La ciencia y la tecnología han avanzado exponencialmente,
mientras que el desarrollo humano y social, a duras penas aritméticamente,
quizás en algunos momentos de la historia, en lo humano y social lejos de
crecer hemos decrecido. Mucho de lo que ocurre en nuestro mundo de hoy,
llega a poner en duda nuestra condición de seres “humanos”.
El filósofo chino Confucio hace más de dos milenios,
afirmaba que quien ha cometido un error y no lo corrige comete otro error
mayor. Hoy día, cientos de años después, aún no hemos aprendido las enseñanzas
- por mencionar alguna entre tantas – del daño de la guerra. Seguimos
empeñados en ver la guerra como una solución, sin entender que es parte del
problema. Confundimos causas y efectos, culpando a efectos de los efectos, pero
por razones de superficialidad y escasa profundidad, no llegamos a la causa.
No hemos entendido que todos somos ciudadanos de un mismo
planeta, y bien lo expresa un excelente proverbio italiano: “Una vez terminado
el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja”. Aunque pretendemos dividir
el mundo entre aquellos y nosotros, sosteniendo como válidos nuestros
argumentos y razones, sin pretender entender los de los otros.
Nuestra actitud ante diferentes eventos y circunstancias
de la vida nos lleva a negarnos oportunidades de aprendizaje y cambio, de esta
manera seguimos amarrados a nuestras originales creencias y paradigmas.
Decía Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina (1906), que “Lo
peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de
aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia”. Aquellos que no saben estudiar su
historia están condenados a repetirla, refiere una sabia y antigua expresión.
Corremos tras las urgencias de cada día, pensamos poco y
hacemos mucho. Preferimos tener un cronómetro en la mano que una brújula, por
ello transitamos a prisa sin tener claro en qué dirección debemos hacerlo, lo
importante parece ser correr. El gran filósofo Sócrates nos sugería
reflexionar con lentitud, pero ejecutar rápidamente nuestras decisiones. Y en
similar ideas, Buda recomendaba “Reflexiona cuidadosamente antes de actuar”.
Hoy por hoy, al igual que siempre, descuidamos y perdemos
amistades, amores y relaciones, así como muchos sueños y oportunidades,
“Mientras vamos en pos de lo incierto, perdemos lo seguro”, afirmaba Pluto, el
dios de la riqueza de la mitología griega. Tal vez no valoramos en su debida
dimensión la sabiduría que “puede” acompañar a la vejez, es válido decir
“puede”, porque no siempre es así. Muchos han llegado a un lugar, después de
correr, pero no saben dónde están. Pero si debemos reconocer que lo más
frustrante de ser viejo es que ya sabes todas las respuestas pero nadie te
pregunta. Sin embargo, y al contrario, el
escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti consideraba que "Cuando
creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las
preguntas".
Es necesario aprender de lo vivido, reflexionando de
experiencias propias y ajenas, para evitar repetir lo que no ha sido bueno,
mientras transitamos por la misma ruta de lo bueno, con nuestra mente abierta a
recibir y comprender nuevas perspectivas para hacer realidad los necesarios
cambios.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
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