“Lo que yo
haga o deje de hacer, hará la diferencia”.
Dr. Manuel
Barroso. Filósofo, psicólogo, conferencista
y escritor Venezolano.
REFLEXIÓN: Algunas veces no otorgamos el debido valor e impacto que nuestras decisiones y acciones pueden causar o propiciar, pero sin lugar a dudas que éstas hacen la diferencia, para bien o para mal. El actor, director y escritor estadounidense Woody Allen afirma que “Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas”.
En
realidad, lo que hacemos nos describe
mejor que lo que pensamos. Muchos pensamientos importantes para nuestra vida se
estancan, quedando solo como sueños y deseos, que nunca llegamos a concretar.
En parecida idea, el poeta y dramaturgo alemán Goethe decía “Actuar es fácil,
pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil”.
La afirmación
del Dr. Barroso deja sin escape a nuestra responsabilidad, porque haciendo o
dejando de hacer siempre somos responsables de lo que ocurra. No decidir o no
hacer también son decisiones y acciones, que afectan los resultados. El
escritor y humanista italiano Giovanni Boccaccio consideraba que “Vale más
actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho
nada”.
Es fácil
culpar a los demás por lo que ocurre, intentando escapar nosotros de la culpa o
responsabilidad. Pero en todo lo que ocurre en nuestro entorno tenemos alguna
alícuota de culpa, por error, interés, ignorancia, omisión, silencio o visión
de corto plazo. El gran filósofo chino Confucio decía “Si ya sabes lo que
tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes”.
El famoso
arquitecto español Antonio Gaudí afirmaba que “Para hacer las cosas bien es
necesario: primero, el amor; segundo, la técnica”. Debemos hacer muchas cosas
por el placer y bienestar que conlleva hacerlas, en ese aspecto el escritor
británico Robert Louis Stevenson decía “No juzgues cada día por la cosecha que
recoges, sino por las semillas que plantas”.
Otro aspecto
importante a considerar cuando decidimos hacer o no hacer es el impacto que
nuestra decisión tiene en nuestro entorno y los demás, el mismo Confucio
recomendaba que “Lo que no quieras que los otros te hagan a ti, no lo hagas a
los otros”. El principio moral de la Regla de Oro nos recomienda tratar a los
demás como queremos que nos traten a nosotros y no hacer a los demás lo que no
queremos que nos hagan a nosotros.
El reconocido
Albert Einstein afirmaba que aquellos que tienen el privilegio de saber, tienen
también la obligación de actuar. Represar lo que conocemos puede darnos
beneficios a corto plazo, pero a mediano o largo plazo vamos a sentir sus
consecuencias. Todos somos parte del problema o parte de la solución.
Cuando
recibimos algo que no es de nuestro agrado o satisfacción, en vez de criticar o quejarnos, preguntémonos
qué hicimos o dejamos de hacer para recibir eso. Siempre es mejor preguntarse
¿Para qué me ocurre esto? que ¿Por qué me ocurre esto? En la primera pregunta
buscamos una razón a lo ocurrido o lo que sucedió; la segunda pregunta, solo nos llevará a rumiar y quejarnos por lo
ocurrido. Recordemos que en la vida recogemos lo que sembramos.
Miguel A.
Terán
Blog: http://miguelterancoach.blogspot.com
Facebook: https://www.facebook.com/miguelterancoach
Linkedin: http://www.linkedin.com/in/miguelterancoach
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: imagen
extraída de la web
Referencias:
Tomadas de Wikipedia.
Si te ha
gustado esta reflexión, DALE ME GUSTA (LIKE) y COMPÁRTELA. Un buen mensaje toma
valor y fuerza en la medida que se transmite a mayor número de personas. Si
cada uno de nosotros reflexiona y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayud
No hay comentarios:
Publicar un comentario