“Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo
hace, pero el hecho sigue siendo un hecho”.
Isaac Asimov (1920-1992) Escritor y bioquímico
estadounidense.
REFLEXIÓN: Es fácil inventarse cualquier interpretación o
excusa para desvirtuar un hecho, tratar de darle otro sentido o disminuir su
importancia, pero la realidad es que un hecho es un hecho. Los hechos no dejan
de existir aunque se los ignore”, nos decía Aldous Huxley, el novelista,
ensayista y poeta inglés.
Los hechos son reales, sin embargo, la percepción e interpretación de los mismos es
particular de cada persona. En similar orden de ideas la escritora
estadounidense Anaïs Nin decía que “No vemos jamás las cosas tal cual son, las
vemos tal cual somos”.
El Maestro de la arquitectura estadounidense Frank Lloyd
Wright consideraba que “La verdad es más importante que los hechos”. Esta
afirmación de Wright nos permitiría considerar que más allá de los hechos
debemos buscar la verdad, y que algunas veces los hechos no la reflejan, un tema
de larga discusión.
Se reconoce que la vida es tan sabía que la lección que
no aprendemos nos la repite, tantas veces como sea necesario, hasta que la
aprendemos o se nos van los años y la vida sin querer aprender. Un viejo y
sabio refrán nos advierte al respecto recomendando: “Cuando veas las barbas de
tu vecino arder pon las tuyas en remojo”, porque también debemos aprender de la
experiencia y hechos ajenos.
Cuando pretendemos negar los hechos deberíamos tener
presente las palabras del filósofo estadounidense John Dewey, quien afirmaba
que vivimos en un mundo en el que cada ocurrencia está cargada con ecos y
reminiscencias de lo que ha ocurrido antes. Cada acontecimiento es un
recordatorio. Hay que aprender a escucharlos, para evitar que se repitan las
historias no deseadas.
Los hechos al igual que la historia se repiten y sus
consecuencias son las mismas o muy similares, la relación causa-efecto parece
no tener error. Toda causa tiene su efecto y todo efecto tiene su causa, sencillo
de explicar pero difícil de aceptar, cuando de llegar a la verdadera causa se
trata.
Cuando el hecho ya es innegable, la búsqueda de algún
culpable o culpables parece ser la siguiente etapa dirigida a adulterar las
reales causas del hecho, porque –generalmente - se atribuye a alguien o a algo las
razones de lo ocurrido.
Los hechos son los hechos, están allí, es imposible
cambiarlos, lo que debemos y podemos hacer es cambiar nuestra forma de
interpretarlos. Muchos hechos de la cotidianidad del día a día son los
causantes de grandes cambios, para bien o para mal, en nuestras vidas. Cuestionar ese día a día
puede llevarnos a evitar que ocurran algunos hechos que no nos beneficien.
La diferencia entre hechos y palabras es y ha sido causa
de innumerables problemas. Es muy fácil quedarse en las palabras, pero
convertirlas en hechos es otra cosa muy distinta. El dramaturgo noruego, Henrik
Johan Ibsen, afirmaba que “No se graban tanto mil palabras como un solo hecho”.
Pero, la realidad de los hechos, puede
sesgarse de muchas maneras, y "Con números se puede demostrar cualquier
cosa", afirmaba Thomas Carlyle, el escritor y ensayista británico.
Aceptemos los hechos, pero sobre todo comprendamos la
verdad y el mensaje que está detrás de ellos.
Miguel A. Terán
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Nota: imagen
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