lunes, 10 de noviembre de 2014

PENSAMIENTO Y REFLEXIÓN DEL DÍA Martes 11 de Noviembre de 2014

“Como pensamos así es nuestra vida”James Allen (1864-1912). 
Escritor filosófico británico, pionero del movimiento de autoayuda.
REFLEXIÓN: El mismo James Allen reforzaba o complementaba lo aquí expresado diciendo: “La calidad de tu vida nunca excederá la calidad de tus pensamientos. Cambia tus pensamientos y cambiarás tu vida”. Parece que somos lo que pensamos y, es un hecho, que a lo largo y ancho de nuestra vida, recogeremos el resultado de nuestros pensamientos.
Si nuestra mente siembra vientos, nuestra vida será una continua tormenta; si por el contrario, nuestra mente siembra afectos, respeto, consideración y confianza, nuestra vida será de paz. Es nuestro pensamiento quien nos enciende o nos apaga, ayudando a que transitemos hacia el triunfo o la derrota, hacia una vida alegre y a colores o una vida opaca, en blanco y negro.
 Nuestra forma de pensar nos ha traído al lugar y las circunstancias donde estamos actualmente, y ese mismo pensamiento será el encargado de llevarnos a donde estaremos en el futuro. Todo cambia o nada cambia, dependiendo si cambiamos o no nuestra forma de pensar, decidir y actuar.
Lo que pensamos se refleja en nuestro lenguaje y acciones. En el pensamiento están presentes nuestras creencias y paradigmas, resultado de nuestras experiencias y cultura,  que nos limitan o potencian para alcanzar todo lo que podemos lograr en la vida. Si el pensamiento es de carencias siempre nos faltará algo, si por el contrario es de abundancia siempre dispondremos de lo que necesitamos e incluso nos sobrará para compartir. 
Los pensamientos de éxito y logro, acompañados de los objetivos y recursos requeridos para alcanzarlos, la planificación de pasos a seguir, la firme decisión de actuar y el esfuerzo puesto en la acción, nos garantizan llegar donde nos hemos propuesto llegar. No es una cuestión de suerte pero si de compromiso, enfoque, constancia y esfuerzo. 
En nuestra mente está la solución, porque ella misma creó parte de nuestros problemas. Cuando jóvenes nos sobraban posibilidades y opciones, con los años nos llenamos de realidades y paradigmas. Experiencias de fracaso y desacierto se endurecen en nuestro pensamiento, haciéndolo regido, lleno de creencias, temores y miedos que limitan nuestro potencial.
Si consideramos que las circunstancias y el destino nos golpean, sin oportunidad de hacer algo al respecto, entonces seremos una víctima pasiva de esas circunstancias y el destino, que llegarán a transformarnos en individuos de espíritu fracasado y amargado. Buda decía que ni nuestro peor enemigo puede hacernos tanto daño como nuestros pensamientos.
Dar inicio a alguna idea o proyecto, pensando que no lo lograremos, contribuirá a que parte importante de la batalla estará perdida. Eliminar los pensamientos de fracaso y derrota es clave para alcanzar logros. Entonces, consideremos todo lo que nos ocurre como parte de una valiosa experiencia y aprendizaje, para nutrir nuestra mente de buenos pensamientos.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
 Nota: imagen extraída de la web
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