“Como
pensamos así es nuestra vida”James
Allen (1864-1912).
Escritor filosófico británico, pionero del movimiento de autoayuda.
Escritor filosófico británico, pionero del movimiento de autoayuda.
REFLEXIÓN:
El mismo James Allen reforzaba o complementaba lo aquí expresado diciendo: “La
calidad de tu vida nunca excederá la calidad de tus pensamientos. Cambia tus
pensamientos y cambiarás tu vida”. Parece que somos lo que pensamos y, es un
hecho, que a lo largo y ancho de nuestra vida, recogeremos el resultado de
nuestros pensamientos.
Si
nuestra mente siembra vientos, nuestra vida será una continua tormenta; si por
el contrario, nuestra mente siembra afectos, respeto, consideración y
confianza, nuestra vida será de paz. Es nuestro pensamiento quien nos enciende
o nos apaga, ayudando a que transitemos hacia el triunfo o la derrota, hacia
una vida alegre y a colores o una vida opaca, en blanco y negro.
Nuestra
forma de pensar nos ha traído al lugar y las circunstancias donde estamos
actualmente, y ese mismo pensamiento será el encargado de llevarnos a donde
estaremos en el futuro. Todo cambia o nada cambia, dependiendo si cambiamos o
no nuestra forma de pensar, decidir y actuar.
Lo
que pensamos se refleja en nuestro lenguaje y acciones. En el pensamiento están
presentes nuestras creencias y paradigmas, resultado de nuestras experiencias y
cultura, que nos limitan o potencian para alcanzar todo lo que podemos
lograr en la vida. Si el pensamiento es de carencias siempre nos faltará algo,
si por el contrario es de abundancia siempre dispondremos de lo que necesitamos
e incluso nos sobrará para compartir.
Los
pensamientos de éxito y logro, acompañados de los objetivos y recursos
requeridos para alcanzarlos, la planificación de pasos a seguir, la firme
decisión de actuar y el esfuerzo puesto en la acción, nos garantizan llegar
donde nos hemos propuesto llegar. No es una cuestión de suerte pero si de
compromiso, enfoque, constancia y esfuerzo.
En
nuestra mente está la solución, porque ella misma creó parte de nuestros
problemas. Cuando jóvenes nos sobraban posibilidades y opciones, con los años
nos llenamos de realidades y paradigmas. Experiencias de fracaso y desacierto
se endurecen en nuestro pensamiento, haciéndolo regido, lleno de creencias,
temores y miedos que limitan nuestro potencial.
Si
consideramos que las circunstancias y el destino nos golpean, sin oportunidad
de hacer algo al respecto, entonces seremos una víctima pasiva de esas
circunstancias y el destino, que llegarán a transformarnos en individuos de
espíritu fracasado y amargado. Buda decía que ni nuestro peor enemigo puede
hacernos tanto daño como nuestros pensamientos.
Dar
inicio a alguna idea o proyecto, pensando que no lo lograremos, contribuirá a
que parte importante de la batalla estará perdida. Eliminar los pensamientos de
fracaso y derrota es clave para alcanzar logros. Entonces, consideremos todo lo
que nos ocurre como parte de una valiosa experiencia y aprendizaje, para nutrir
nuestra mente de buenos pensamientos.
Miguel
A. Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota:
imagen extraída de la web
Si
te ha gustado, COMPARTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario