miércoles, 5 de noviembre de 2014

PENSAMIENTO Y REFLEXIÓN DEL DÍA Jueves 06 de Noviembre de 2014 + El Genio de los Deseos‏


“El lujo es una necesidad que empieza cuando acaba la necesidad”. 
Coco Chanel (1883 - 1971). Diseñadora de moda francesa creadora de la marca Chanel.

REFLEXIÓN: Comencemos por aclarar que el lujo en realidad es un deseo, no una necesidad. De manera tal que – en términos de lo normal - los deseos deberían comenzar cuando las necesidades estén satisfechas. Sin embargo, no siempre ocurre que los deseos vienen detrás de las necesidades. La razón, para que ello ocurra, es que desde la perspectiva consumista los deseos son transformados en “falsas necesidades” por el efecto de la publicidad, la presión cultural y social. Los deseos son el resultado de un aprendizaje social.

A diferencia de las necesidades, que son básicas y relacionadas con carencias fisiológicas o psicológicas, los deseos –casi en general – no tienen límite, porque se satisfacen solo parcial o temporalmente. Deseos tales como dinero y poder, entre otros, no tienen límites, porque no llegan a saciarse y siempre falta un poco más. El escritor español Francisco de Quevedo decía que “Lo mucho se vuelve poco con sólo desear otro poco más.”

Lo que es un lujo para alguien de escasos recursos económicos, es una “necesidad” para otro, con mayor disponibilidad de recursos económicos.

No son lo mismo necesidades que deseos, ni nivel de vida que calidad de vida. El nivel de vida está relacionado con lo material, lo cuantitativo y los deseos; mientras la calidad de vida está relacionada con lo cualitativo y las necesidades más profundas del ser humano.

De la adecuada satisfacción de necesidades depende nuestra propia existencia, por ello, alimentarse, vestir, dormir, etcétera son necesidades que no se pueden postergar ilimitadamente en el tiempo. Por su parte, la satisfacción de los deseos puede llevarnos a una vida más placentera, pero si bien es cierto que permiten mejorar nuestro nivel de vida, algunas veces las exigencias y el desgaste resultado de los esfuerzos para buscarlos, obtenerlos y conservarlos atentan contra la calidad de nuestra vida, deteriorando parejas, familias, hijos y sociedad. 

En los países del primer mundo las necesidades básicas están cubiertas, por lo cual la gente se dedica a la satisfacción de deseos. En los países del tercer mundo o en vías de desarrollo,  la gente también pretende dedicarse a satisfacer sus deseos, pero con la diferencia que muchos individuos no tienen las necesidades básicas cubiertas, lo cual no hace ningún sentido lógico en el orden de prioridades. Por ello, podemos ver a alguien con un equipo celular de última generación y sin dinero para pagar una matrícula de estudios o, peor aún, con la nevera vacía.

Hablando de pobreza y riqueza, y considerando que los deseos son insaciables,  el filósofo y Escritor Francés François Marie Arouet “Voltaire”, afirmaba que “Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos”. Quizá similar razonamiento logró, hace casi dos milenios,  el filósofo griego Epicteto cuando afirmó que “El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos”.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO

Nota: imagen extraída de la web

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El Genio de los Deseos

Un hombre se entera un día de la existencia de un mercader que vendía un genio, que complacía todos los deseos de su amo.

Reunió todo el dinero de que disponía y se dirigió presuroso al mercado, rogándole al vendedor que se lo vendiera.

El vendedor se lo vendió no sin antes advertirle:

- "Debes pedirle nuevos deseos continuamente, pues si no lo mantienes ocupado, te cortará la cabeza".

- "No te preocupes", respondió el comprador. "Son tantas las cosas que deseo, que no tendrá tiempo para descansar".

Salió contento del lugar y al poco camino la voz del genio le dice:

- "¿Y bien amo, que deseas?"

Sorprendido el hombre contesta:

- "Deseo ser dueño de un enorme palacio". En pocos segundos se erguía ante él un magnífico palacio.

- "¿Y qué más?", volvió a preguntar el genio, al tiempo que el palacio se poblaba de servidores.

- "Deseo un harén con muchas y hermosas mujeres".

Al instante bellas jóvenes lo rodearon.

- "¿Y ahora mi amo?"

- "Pues deseo un gran banquete con exquisitos manjares, muchos invitados, músicos y baile". Con la última palabra se presentó ante su vista todo lo solicitado.

Entonces, el nuevo dueño del genio se sintió aterrorizado, corrió hasta el mercader y le dijo:

- "Tú me lo advertiste, pero dime, por favor, ¿qué puedo hacer? El genio es tan rápido que en algún momento no tendrá qué hacer y me matará".

- "Eres una persona agradable y te ayudaré", respondió el mercader. "Dile al genio que construya una columna altísima y que suba y baje por ella hasta que tú le ordenes que pare. Mientras tanto, puedes dejar de desear y disfrutar lo que ya tienes".

¡Disfruta lo que tienes y no solo a desear lo que te falta!


Autoría: Desconocida. Tomado de la web.

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