domingo, 14 de septiembre de 2014

Pensamiento y Reflexión del Día Lunes 15 de Septiembre de 2014

“Sacar provecho de un buen consejo exige más sabiduría que darlo”.
John Churton Collins (1848-1908). Crítico literario británico.

REFLEXIÓN: La mayor dificultad al dar un consejo es que a quien va dirigido lo escuche, tome en consideración el mensaje y obtenga provecho del mismo. Por lo general, cuando nos dan un consejo percibimos de éste solo lo que queremos o nos interesa; por ello,  si ese consejo nos invita a cuestionarnos o criticarnos, podemos rechazarlo o no otorgarle la debida importancia. Un proverbio chino dice “Corrige al sabio y lo harás más sabio, corrige al necio y lo harás tu enemigo”.

El escritor francés François de La Rochefoucauld recomendaba tener tanta discreción para dar consejos como docilidad para recibirlos. En realidad, no hay nada tan fácil como dar consejo, ni tan difícil como aceptar que nos lo den y, mucho menos, recibirlos con agrado y humildad. Aunque un viejo y muy utilizado –pero amenazante- refrán dice: “Quien no oye consejo, no llega a viejo”.

La religiosa italiana Santa Catalina de Siena recomendaba que no nos dejáramos llevar por excesivos consejos, y que fuera mejor, elegir un consejero que te aconseje sinceramente, y seguirlo, porque es peligroso escuchar a muchos. Escoger adecuadamente un consejero o saber a quién le aceptamos consejo, por estar debidamente calificado para hacerlo, es tan importante como aceptar el consejo.

Cuando damos consejos, pero creemos que las sabemos todas, sería válido tener presente y considerar las humildes palabras: “Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro” expresadas por el gran filósofo, matemático y físico francés René Descartes, considerado el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica; quien sin duda, podría no haber sido nada humilde, y parece que lo era.  

El poeta griego Sófocles decía “Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos”, casi rechazando los consejos teóricos. La realidad es que debemos sacar provecho de los éxitos y de los fracasos, propios y ajenos. Sin embargo, algunas veces detrás de un consejo, existen envidias y destructores de sueños; por ello, no se trata solo de recibir un consejo, sino conocer de quien viene.

“Si quieres tener éxito, duplica el porcentaje de tus fracasos”, nos recomendaba Thomas John Watson, quien durante su tiempo como Presidente de IBM, desarrolló un estilo gerencial y una cultura corporativa, que permitió la internacionalización de esa organización, fue también uno de los hombres más ricos de su tiempo y reconocido como el vendedor más grande del mundo.

Entonces, escuchemos los consejos, preguntemos adecuadamente para entender,  investiguemos y validemos la fuente y la información recibida; luego, realicemos los cambios que correspondan, y expresemos nuestro agradecimiento a la persona que dispuso del tiempo y las palabras para apoyarnos con su mensaje. Y hagamos lo mismo con otras personas, apoyándoles con algún válido y honesto consejo, cuando proceda, para ayudarles a ser mejores cada día.

Miguel A. Terán

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: Foto ilustrativa extraída de la Web.
La importancia de compartir: El verdadero amor, amistad y afecto conlleva compartir nuestras riquezas, sean estas materiales, culturales o espirituales. Al compartir lo reflexionado y aprendido, brindamos a otros la oportunidad de considerar cambiar y crecer. Debemos re-inventarnos continuamente. Nunca  sabemos cuándo unas sencillas palabras pueden hacer y ser la diferencia en la vida de alguien, por ello la invitación es a compartir esta reflexión.

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