El Pensamiento del Día (Jueves 03 de Octubre de 2013)
“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
Abraham Lincoln (1808-1865). Político estadounidense.
REFLEXIÓN: Aquellos que se hacen acompañar de la mentira y el engaño son quienes consideran que la gente es un medio y no un fin. Porque tienen un concepto utilitario de cosas, momentos y personas, por sobre lo moral y ético. Para estos individuos, todo puede ser justificable o valioso, con la condición de que sea útil a sus planes personales.
También hay quienes engañan por debilidad, por falta de carácter o decisión para poner fin a una relación, actividad o situación, lo que puede llevarles a un lugar donde retroceder – sin que queden odios o enemistades - no será fácil. La falta de decisiones a tiempo puede contribuir a agravar o dar otro sentido a problemas y situaciones. Recordemos que es preferible ponerse rojo una vez que rosado muchas.
En ocasiones, nos sentimos engañados por otros a quienes creímos haberles sido fieles, pero evaluemos honestamente, si nuestra ayuda de verdad fue pura y sincera o hubo intencionalidad e interés de nuestra parte. Tenemos nuestras propias expectativas y criterios de la fidelidad y compromiso que deben tener los demás, pero no siempre nos preguntamos cuán fieles, comprometidos y honestos de verdad somos y hemos sido nosotros con los demás.
Aunque de todas las mentiras y engaños la peor es la que nos hacemos a nosotros mismos. Expresaba Goethe, «Nunca nos engañan, nos engañamos nosotros mismos». Un proverbio árabe da una sola oportunidad al engaño diciendo: “La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía”. Nos creamos nuestro propio mundo de mentiras y engaños, para luego sufrirlo al calificarlo de traiciones, llenándonos de desconfianza y sufrimiento.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día!
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