miércoles, 9 de octubre de 2013

REFLEXIÓN DE MIERCOLES 09 DE OCTUBRE 2013


El Pensamiento del Día (Miércoles 09 de Octubre de 2013)

“Sí quiere un campeón en la familia: ¡Entrénese Usted!... y mientras tanto deje que sus hijos jueguen felices”. 
Autor Anónimo
REFLEXIÓN: Uno de los aspectos más críticos de la crianza de hijos, en estos competitivos y enloquecedores tiempos, es encontrar puntos de equilibrio y moderación para hacer de ellos hombres y mujeres sanos y felices. El problema surge cuando el único objetivo de vida, para algunos progenitores, es lograr que sus hijos sean los número uno en deportes y/o estudios, prácticamente desde que sueltan el biberón. 
Este problema se agrava cuando la situación pasa a extremos y la idea de que sus hijos lleguen a ser lo que ellos no quisieron o no pudieron, se convierte en una obsesión; olvidando que con aciertos y errores, en el pasado, los hoy adultos crecieron jugando, corriendo, compartiendo y viviendo experiencias propias de cada edad.
Con el paso del tiempo, la expectativa de lograr que los ya adultos hijos, sean los número uno como profesionales, deportistas, políticos o empresarios; se sostiene en el supuesto, que si logran esta meta, el éxito les estará garantizado. Luego, al asociar en línea directa éxito con felicidad; la conclusión es que si sus hijos son exitosos serán felices. Como supuestos al fin, ninguno está garantizado; porque no existe tal relación directa entre esos logros y el éxito, ni entre éxito y felicidad. 
Es importante tener presente que los niños necesitan ser niños y adolescentes, sanos y equilibrados, para llegar a ser adultos sanos y equilibrados. Garantizar a nuestros hijos la debida mesura o moderación entre estudios, deporte, responsabilidades, amistad, familia, espiritualidad, diversión y demás actividades de vida, es parte vital de nuestro rol de padres, por lo cual debemos brindarles esas oportunidades, enseñándoles con nuestro diario ejemplo a ser equilibrados y felices. He aquí el más valioso legado o herencia que podemos dejarles. 

Miguel A. Terán
¡Feliz Día!

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