Pensamiento y
Reflexión del Día (Martes 13 de Mayo de 2014)
"Saber
envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las partes más difíciles del
gran arte de vivir”.
Henri-Frédéric
Amiel (1821-1881). Filósofo y escritor suizo.
En memoria del
científico venezolano Dr. Jacinto Convit (QEPD).
REFLEXIÓN:
Envejecer requiere consideraciones desde muchas perspectivas. En promedio,
básicamente por avances médicos y de nivel de vida, hemos prolongado nuestra
existencia, pero en muchos casos sin objetivo, sentido ni contenido alguno.
Casi hasta el
momento de su lamentable muerte, el Dr. Convit estuvo activo en su lucha como
investigador médico, por lo cual, definitivamente, es claro ejemplo de una
vida llena de objetivos, sentido y contenido hasta el final de sus días.
El gran sabio
Pitágoras nos expresaba que una bella ancianidad es, ordinariamente, la
recompensa de una bella vida. Tal vez nadie lamentaría envejecer, a no ser
porque en la vejez se recoge lo que sembramos en nuestra juventud y adultez,
incluyendo nuestra salud.
Decía Gabriel
García Márquez que el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto
honrado con la soledad. Por ello, si algo debemos lograr durante nuestra vida
es aprender a ser compañía para nosotros mismos, de manera tal que no estemos
solos nunca.
Es definitivo
que algún día seremos un recuerdo para otros; y es por ello, cada día de
nuestra vida es una oportunidad para construir lo que será nuestro recuerdo. La
vejez debe permitirnos ver un mundo menos complicado que cuando fuimos jóvenes,
tal cual lo refirió, la escritora austriaca Marie von Ebner Eschenbach. Por
ello, se dice que en la juventud aprendemos, en la vejez entendemos.
“El miedo a
envejecer nace del reconocimiento de que uno no está viviendo la vida que
desea. Es el equivalente a estar usando mal el presente”, fueron palabras de la
novelista, ensayista y docente estadounidense Susan Sontag; cuánta verdad hay
en esas palabras, es una pregunta que debemos hacernos cada uno de nosotros.
Envejecer es
una realidad y así debemos aceptarlo y prepararnos para lograrlo. El escritor
Oscar Wilde en su particular estilo afirmaba que envejecer no es nada; lo
terrible es seguir sintiéndose joven. No debemos lamentarnos de envejecer,
porque no todo mundo logra llegar a viejo. Simplemente hagámoslo con la
dignidad y sabiduría que solo traen los años.
¡Feliz
Día!
Miguel A. Terán
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