Pensamiento y
Reflexión del Día (Jueves 15 de Mayo de 2014)
“La paz no es
algo que deseas, es algo que creas, algo que haces, algo que eres y algo que
regalas”.
John Lennon
(1940-1980). Músico y compositor. Miembro fundador de la Banda de Rock
británica Los Beatles.
REFLEXIÓN: La
paz no se anhela, se lucha por ella, fueron palabras del Presidente
estadounidense Harry Truman. Por su parte, San Francisco de Asís, nos recordaba
que la paz que anunciamos con nuestras palabras debe estar primero en nuestros
corazones.
Al combinar la idea principal de un pensamiento sobre la paz del filósofo chino Confucio y otro pensamiento, también sobre la paz, expresado por Mahatma Gandhi, podemos resumir que si no logramos estar en paz con nosotros mismos, estaremos en guerra con el mundo e incapaces de guiar a otros en la búsqueda de la paz, que nosotros mismos no hemos sabido ni podido encontrar.
Andar en busca
de la paz, es señal que no hemos entendido que no hay camino para la paz,
porque la paz es el camino, nos decía el mismo Gandhi. La paz será
esquiva a quien la busca, cargado de resentimiento u odio, porque ese peso no
le permitirá vivir en paz, mucho menos transmitirla. En palabras de Isaac
Newton, construimos demasiados muros y no suficientes puentes.
El Papa Juan
Pablo II reconocía que no habrá paz en la tierra mientras perduren la opresión
de los pueblos, las injusticias y los desequilibrios económicos.
Para lograr la
paz requerimos reducir las brechas creadas por las partes o personas en
conflicto, tratando de lograr la comprensión de puntos de vista, distintos al
nuestro, que permitan descubrir y crear alternativas, que no solo
sumen sino que multipliquen ideas y esfuerzos dirigidos a alcanzar la paz.
Lograr este efecto sinérgico requiere, como condición básica, que
ambas partes entiendan y acepten la existencia de la otra parte. El célebre
Nelson Mandela, líder mundial y Premio Nobel de la Paz 1993, planteaba: “Si quieres
hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él. Entonces se convierte
en tu compañero”.
En un
conflicto las partes deben entender que ambas conforman el todo y, con
seguridad, es más lo que las une que lo que las separa. No obstante, es necesario
reconocer que la paz interior de cada uno de nosotros es de vital importancia,
porque ella alimenta la paz colectiva. Debemos crear, hacer, ser,
regalar e irradiar paz, porque poco lograremos solo deseándola.
¡Feliz Día y
la Paz sea contigo!
Miguel
A. Terán
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