El Pensamiento del Día (Jueves 20 de Marzo de 2014)
“Un gran sacrificio resulta fácil, lo que resulta difícil son los pequeños y continuos sacrificios”.
Johann W. Goethe (1749 -1832). Poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán.
REFLEXIÓN: El gran sacrificio, por lo general, es poco extenso en tiempo, es como una carrera de velocidad, con una salida, un recorrido y una llegada desgastante y rápida. Otros sacrificios, si bien es cierto que pueden no requerir tan rápido desgaste; su larga extensión en el tiempo consume no solo energía, sino que exigen resistencia y capacidad para dosificar, esa energía y ratificar, con perseverancia, el compromiso y el reto.
Muchos logros se relacionan más con compromiso, convicción y disciplina, que con grandes esfuerzos puntuales. Con todas las complicaciones de la vida de hoy, asumir un compromiso que tendrá resultados a mediano o largo plazo o exigirá sacrificios más allá del corto plazo, se complica, más aún si no estamos convencidos de la razón o necesidad de asumirlo. El estudio es un buen ejemplo de ello, mucho esfuerzo por años y recompensas a largo plazo.
En los sacrificios que requieren tiempo, es en los cuales reconocemos el valor de ese tiempo, hasta el punto que aquellos a quienes su presupuesto lo permite, prefieren solidarizarse con dinero que con tiempo. La comodidad juega un rol importante, por ser enemiga del sacrificio. Los sacrificios, generalmente, se esperan del otro lado.
Para catalogar las dimensiones o magnitud de los esfuerzos, debería considerarse lo ofrecido en comparación con el potencial de ofrecer. La Madre Teresa decía “dar hasta que duela, y cuando duela dar todavía más”, porque ella –seguramente- entendía que detrás de algunas actitudes filantrópicas y obras benéficas, había otros intereses y la entrega de insignificancias, en comparación con las posibilidades de la fuente. No era un real sacrificio.
La resistencia para soportar el esfuerzo que exigen los pequeños y continuos sacrificios, requiere de convicción, disciplina, constancia y compromiso, entendiendo que los sacrificios del hoy harán realidad las expectativas, sueños y frutos del mañana.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día!
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