El Pensamiento del Día (Martes 21 de Enero de 2014)
“No le llames destino a las consecuencias de tus propias acciones”.
Autor Anónimo
REFLEXIÓN: Alguien dijo que inventamos la palabra destino para depositar en ella todo tipo de errores cometidos en la vida. Aunque al destino lo responsabilizamos por lo negativo que nos ocurre, porque a lo positivo si lo reconocemos como resultado de nuestras decisiones y acciones. Mientras que los demás atribuyen a la suerte y destino lo positivo que nos ocurre a nosotros, negándose - en muchos casos - a reconocer nuestro esfuerzo y constancia.
El gran Pablo Neruda escribió en uno de sus reconocidos poemas «No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida». Debemos ser sinceros y honestos con nosotros mismos reconociendo que hemos sido y continuamos siendo los arquitectos, ingenieros y albañiles de nuestro destino.
Si vamos a considerar al destino como una realidad, entonces la frase del filósofo alemán Arthur Schopenhauer lo expresa adecuadamente «El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos». En otras palabras, nuestro rol al jugar esas cartas es activo no pasivo en el rumbo de nuestro destino y nuestra vida.
El concepto que tenemos de nosotros mismos, de nuestras fortalezas y de las áreas en las cuales debemos mejorar, junto a la firme decisión de aprender, cambiar y avanzar son firmes pasos para hacernos ese mejor destino.
Una de las excusas más comunes para catalogar lo que llamamos fracaso es culpar al destino; sin embargo, la reflexión de nuestras experiencias debe llevarnos a poner práctica lo que hemos aprendido de nuestros errores, para corregir y avanzar en cualquier momento de nuestras vidas, porque nunca es realmente tarde.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día!
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