El Pensamiento del Día (Viernes 29 de Noviembre de 2013)
“No permitas que el éxito se te suba a la cabeza, ni que el fracaso te invada el corazón”.
Autor Anónimo
REFLEXIÓN: La vida es equilibrio, pero con el correr de los años cambiamos y, algunas veces, ese cambio nos desequilibra. Con el cambio ocurre que adquirimos y perdemos. Muchas personas llegan incluso a perder su esencia.
Cuando ese cambio nos lleva al éxito, el desequilibrio, puede hacernos perder conexión con la realidad y la verdad colectiva, y pasamos a respetar solo nuestra verdad individual. Dejamos de agradecer y mucho de lo que nos hizo felices ya no logra hacerlo. Olvidamos lo que éramos cuando escalábamos hacia el éxito e incluso olvidamos a nuestros compañeros de trayecto y aparecen nuevos amigos y nuevos héroes.
Llegan a nosotros, para acompañarnos, la arrogancia, la soberbia y la prepotencia, sin que nos demos cuenta, porque creemos seguir siendo los mismos. Distorsionamos nuestras vivencias y experiencias. Esta sintomatología es demostrativa de que ya el éxito se nos subió a la cabeza. Recordemos que el compañero del éxito es el fracaso y su sombra es la ambición.
Por el contrario, como todos los extremos parecen malos, desde la otra perspectiva, el fracaso puede hundirnos más allá de lo económico o material, llevándonos a peores situaciones cuando se alberga en nuestro corazón. Algunas veces se fracasa por anticipado cuando ni siquiera nos damos la oportunidad de intentar.
El escritor británico Charles Dickens decía que cada fracaso nos enseña algo que necesitábamos aprender. Muchas veces el éxito – simplemente - consiste en no dejarnos destruir por las consecuencias del fracaso.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día y Feliz Fin de Semana!
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