lunes, 31 de julio de 2023

LOS HIJOS DEL CUARTO – Cassiana Tardivo

Me he tomado la libertad de publicar un escrito de la psicopedagoga brasileña Cassiana Tardivo, denominado «Los Hijos del Cuarto», que equivocadamente se ha atribuido al escritor argentino Jorge Bucay.

Este escrito, sin duda alguna, refleja una triste realidad que ocurre en nuestros hogares. Nos preocupa que nuestros hijos estén en la calle, por todos los peligros que allá fuera existen; entonces, sentimos una «ignorante tranquilidad» cuando los tenemos todos los días encerrados en sus cuartos.

En realidad, debemos ser honestos para reconocer que en ese cuarto están solo sus cuerpos, ya que sus mentes están en otro lugar, quien sabe si más riesgoso y peligroso que la temida calle. Allí en ese cuarto están en manos de internet y la televisión, esos «Caballos de Troya» que hemos dejado entrar a nuestros hogares y, que, sin darnos cuenta se apoderan de las relaciones y mentes de todos los miembros de la familia.


Como recordatorio, el Caballo de Troya fue una trampa con forma de enorme caballo de madera que ignorantemente los troyanos entraron en su fortaleza, sin saber, que dentro de esta estructura había soldados enemigos que en la noche salieron del caballo, para abrir la puerta a los enemigos de los troyanos. En la terminología informática se considera un Caballo de Troya a un programa malicioso que se infiltra disfrazado en una computadora, para engañar a los usuarios sobre su verdadera intención que es causar daños al sistema.

Aunque no podemos dejar de reconocer las ventajas de la tecnología, debemos estar conscientes de los irreparables daños de estos Caballos de Troya. Quizá el problema es que la sociedad no ha sido ni estado adecuadamente preparado para la llegada de estas tecnologías.

Entonces, haciendo una analogía, la televisión e internet han logrado apoderarse de nuestros hogares, convirtiéndolos en simples casas. Es fácil entender la diferencia, las casas son construidas con arena, cemento y metales, los hogares son construidos con valores y amor. La palabra hogar conlleva sentido de pertenencia, amor, familia, valores y sensación de seguridad y paz, mientras la palabra casa transmite más la idea de un lugar físico en el cual vivimos. 

Esa realidad ha logrado que cada vez haya más casas y menos hogares, como resultado de los espacios de familia que hemos venido perdiendo. El epicentro del problema podría ubicarse en los progenitores, quienes, preocupados por los temas económicos para cubrir las necesidades de vivienda, alimentación, seguridad, salud, educación y otras, junto a las angustias por las incertidumbres del futuro, descuidan su función de educadores y formadores de sus hijos, dejando esta función en manos de internet y la televisión.

El escaso tiempo “disponible” para la crianza de los hijos puede dejar en estos profundos vacíos en afectos y otras necesidades de orden psicológico, que podrían intentar llenarse en lugares menos adecuados, entre amigos o bajo la peligrosa tutela de la televisión e internet. 

No disponer de tiempo es un tema de prioridades, porque siempre habrá tiempo para lo que consideramos prioritario. Decía San Agustín, que “No hubo tiempo alguno en que no hubiese tiempo”. Por su parte, Stephen Covey, el consultor y orador estadounidense planteaba “Tienes que decidir cuál es tu máxima prioridad y tener el coraje de decir “no” a otras cosas”. 

A continuación, el texto de:

¡LOS HIJOS DEL CUARTO! Por Cassiana Tardivo

No deje de leer

“No seamos exagerados para decir que solo ahora con la llegada de la WWW hemos perdido a nuestros hijos. Eso también lo decían antes. Pero antes perdíamos hijos en los ríos, en los matorrales, en los mares,

¡Hoy los hemos perdido dentro de sus cuartos (Habitaciones)!

Cuando jugaban en los patios oíamos sus voces, escuchábamos sus fantasías y al oírlos, a la distancia, sabíamos lo que pasaba en sus mentes. Cuando entraban en casa no existía una TV en cada habitación, ni dispositivos electrónicos en sus manos.

Hoy no escuchamos sus voces, no oímos sus pensamientos.  Los niños están allí, dentro de sus habitaciones, y por eso pensamos que están seguros. Cuánta inmadurez la nuestra.

Ahora se quedan con sus auriculares, encerrados en sus mundos, construyendo sus saberes sin que sepamos lo que es ...

Perdiendo literalmente la vida. Aún vivos en cuerpos, pero muertos en sus relaciones con sus padres. Están cerrados en un mundo global de tanta información y estímulos, de modismos pasajeros, que en nada contribuyen a la formación de niños seguros y fuertes para tomar decisiones moralmente correctas y de acuerdo con sus valores familiares.

Dentro de sus habitaciones perdemos a nuestros hijos con las drogas, las conversaciones con malos amigos, la pornografía, inmersos en un mundo de fantasía.

Dentro de sus habitaciones perdimos a los hijos pues no saben ni más, quién son o lo que piensan sus familias, ya están muertos de su identidad familiar…

Se convierten en una mezcla de todo aquello por lo que han sido influenciados y los padres no siempre saben lo que sus hijos son.

Usted hoy puede leer ese texto y amar, enviarlo a los amigos. Puede ver en él verdades y reflexionar. Todo esto será excelente. Pero he visto tantas familias enfermas con hijos muertos dentro de la habitación, entonces te hago una invitación y, ¡por favor acepte!

Te invito a sacar a tu hijo de la habitación, de la tableta, del celular, del ordenador, del auricular. Te invito a comprar juegos de mesa, tableros y tener hijos en la sala, a tu lado, en tu habitación por lo menos 2 días establecidos por semana en la noche (más allá del sábado y del domingo).

Y juega, diviértete con ellos, escucha las voces, las palabras, los pensamientos y que tengas la gran oportunidad de tenerlos vivos.

Haz que aprendan a vivir en familia, se sientan pertenecientes en el hogar para que no ¡necesiten aventurarse en esos juegos locos para sentirse alguien o tener un poco de adrenalina que antes tenían con las bromas en el patio! ¿Sí?

Imagen: Réplica del Caballo de Troya - Ciudad de Canakkale, Turquía.

2 comentarios:

  1. Tu instroduccion me pareció fabulosa. Muy bien escrita, incluso mejor que la de la escritora . Gracias !!!!

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    1. Muchas gracias. Me alegra que el tema en general haya sido de su interés.

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