sábado, 26 de febrero de 2022

SUFICIENTE: Una palabra indispensable para vivir en paz - Miguel A. Terán

 Artículo Publicado en Los Tiempos Newspaper - Miami, Florida. Febrero 2022

El diccionario define la palabra «Suficiente» como «Bastante para lo que se necesita». El modismo o expresión en inglés “Enough is Enough” (Suficiente es Suficiente) expresa “Stop”, un parar o un detenerse, porque ya es suficiente, no se necesita ni se desea más.

Si bien es cierto que debemos esforzarnos en busca de lo mejor que puede ofrecernos la vida, también es cierto que requerimos definir –previamente- o hacer un alto en el camino, para precisar y razonar lo qué estamos buscando o para hacer a tiempo los necesarios ajustes en la ruta que estamos recorriendo.


Los límites son vitales para bien vivir. Cuando no establecemos límites -en cualquier cosa, relación o actividad- nos arriesgamos a continuar persiguiendo algo que nunca alcanzaremos. La naturaleza es sabia en demostraciones de lo que ocurre cuando no se respetan los límites; por ejemplo, un árbol que crece más de lo normal será fácil víctima de cualquier ráfaga de viento”.

Y cualquiera de nosotros, estará consciente que comer más de lo que gastamos en energía y crecimiento, nos llevará a subir de peso. Unas copas de más, antes de conducir, pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte. Y podríamos escribir una larga lista de resultados o consecuencias de la violación del sano límite de lo suficiente. 

Parece existir un límite, más allá del cual, ponemos en riesgo lo que hemos alcanzado o logrado en busca de un final feliz, para -en ese más allá- quizá retroceder, deteriorar o perder todo lo logrado. Debemos evitar que el camino se nos convierta en el fin, ya que de esa manera nunca llegaremos, siempre estaremos caminando hacia un lejano horizonte.

Debemos ser cuidadosos para no llenarnos -en extremo- de optimismo, dedicándonos a perseguir de manera irracional sueños u objetivos, que son realmente utopías. No porque no vale la pena esforzarnos, ni luchar por lo que deseamos y merecemos, sino porque se nos puede ir la vida caminando sin parar, mientras perseguimos una utopía, sin ni siquiera tomar el tiempo para disfrutar el camino. 

Brillantes y sabios individuos trataron este tema, entre ellos el poeta de la Antigua Roma Horacio quien afirmaba que “Todo tiene sus límites”. Por su parte, el cofundador de la empresa japonesa Sony Akio Morita, reconocía que “Saber cuándo detenerse o continuar es la clave del éxito”. Igualmente, el actor, director y productor de cine estadounidense Orson Welles, planteaba que "Tener o no un final feliz depende de dónde decidas detener la historia".

Es un hecho que mientras no sintamos saciedad y satisfacción en la búsqueda de nuestros deseos, la paz y la felicidad serán utopías en nuestra vida. En muchos de mis escritos he insistido en la importancia de definir y precisar nuestros sueños, por variadas razones; entre ellas, conocer los recursos requeridos y disponibles para poder alcanzarlos, planificar la ruta que debemos recorrer, determinar los indicadores de la ruta para hacer ajustes a tiempo –cuando nos desviemos- y, sabiamente, reconocer dónde detenernos, una vez alcanzado un límite razonable.

El dinero representa uno de esos aspectos donde perdemos más los límites, donde parece que nunca tenemos suficiente para afrontar las incertidumbres y miedos del futuro. No obstante, muchos siglos atrás, ya el filósofo chino Confucio consideraba que “algún dinero puede evitarnos preocupaciones; pero mucho dinero, las atrae”. A quienes les atrapa la obsesión del dinero o de lo material, estarán siempre más preocupados por lo que le falta o por cuidar lo que tienen que por disfrutarlo. Comenzamos siendo dueños del dinero, hasta que le damos tanto poder e importancia en nuestra vida, que se convierte en nuestro amo. A partir de ese momento dejamos de vivir para nosotros y comenzamos a vivir para él.

Hoy día, en un mundo de presiones sociales por lograr más y más, establecer límites al crecimiento y desarrollo sería fácilmente asociado con mediocridad o atraso, pero el tiempo será quien dirá la última palabra en esa carrera sin límites donde no parece existir el suficiente.

El tema de las expectativas, que nos deja sin límites, requerimos dosificarlo -adecuadamente- para vivir en paz y felices. Existen quienes creen en las expectativas como una guía de vida, y éstas –sin duda- podrían convencernos de que “el cielo es el límite”, pero haciéndonos perder contacto con la tierra, con la realidad y con el aquí y ahora.

La ausencia de límites en personas jóvenes podríamos relacionarla con la falta de experiencia para conocer la importancia de los límites. Sin embargo, la falta de límites en personas mayores, ya no tan jóvenes, no tendría la misma explicación. La auténtica madurez y la sabiduría, que ella trae, debe ayudarnos a salir a tiempo del mundo circular de «Hacer-Tener-Hacer”, para llevarnos a un mundo de «Ser». Especialmente, cuando no quedan innumerables años para disfrutar de “Ser” y, por tanto, no parece sensato pasar ese limitado tiempo girando en ese mundo circular.  

Las crecientes estadísticas de drogadicción y suicidios reflejan, en muchos casos, el resultado de escapes para esos individuos que tristemente perdieron algún o algunos límites o a quienes la sociedad los presionó sin límite. Los padres deben enseñar con palabras, pero sobre todo con ejemplos los límites a sus hijos, porque de ello dependerán los sanos límites de los adultos del mañana.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.
Twitter: @MiguelATeranO

2 comentarios:

  1. Excelente análisis; contenido importante para la formación de mejores personas en la vida de familia y sociedad, uno de nuestros Estadios y componentes formativos en la Escuela de Liderazgo y Valores, en Valera estado Trujillo Venezuela.

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