jueves, 7 de octubre de 2021

LEYES Y NORMAS PARA VIVIR Y CONVIVIR EN SOCIEDAD

Artículo publicado en Los Tiempos Newspaper de Miami, Florida. USA

Miguel A. Terán 

www.miguelterancoach.blogspot.com

www.lidervoice.com

Para vivir y convivir en sociedad o comunidad debemos comprender que nuestros deberes y derechos no solo son individuales, sino que tienen una estrecha relación con lo colectivo, con otros individuos en particular y con la comunidad en general. “¿Quieres saber si tal o cual acción es buena o condenable? Pregúntate: ¿Qué ocurriría sí todos se comportan como tú?”, nos recuerda la sabia frase del filósofo francés  André Comte-Sponeville.

Si a una persona no le gusta respetar leyes o normas que considera que “rigen o limitan” su vida; definitivamente, la única opción es aislarse y llevar una vida de ermitaño. Sin embargo, aún en esa vida de soledad, en una montaña o selva -alejado de la gente- deberá respetar algunas estrictas leyes de la naturaleza, que limitarán su “absoluta libertad”, como condición básica para poder sobrevivir. 

En sociedad puede que yo tenga un derecho, como individuo, pero este derecho tendrá vigencia siempre y cuando no afecte a la comunidad. Igualmente, debo cumplir con mis deberes y éstos deben ser, de alguna manera, necesarios y útiles para esa comunidad. Marco Aurelio denominado “El Sabio”, Emperador del Imperio Romano acertadamente lo expresó -casi dos milenios atrás- afirmando que “Lo que no es útil para la colmena, no es útil para la abeja”. 

Cada uno de nosotros afectamos o impactamos lo colectivo, para bien o para mal; y lo colectivo, más temprano que tarde, nos afectará o impactará a cada uno de nosotros, para bien o para mal. Sembramos en lo colectivo y recogeremos en lo colectivo. En los logros o las tragedias de las sociedades estarán reflejadas -con el paso del tiempo- nuestra decisiones y acciones del ayer y del hoy. Muchas decisiones y acciones, aparentemente exitosas o válidas en un momento determinado, fueron catastróficas apenas unos años o décadas después.

Muchas normas o leyes de comunidad pareciera que limitan nuestros derechos individuales, pero en realidad lo que pretenden es garantizar los derechos colectivos y el sano equilibrio de la sociedad. Trataré de ejemplificarlo, para mayor claridad, con las penalizaciones establecidas -por ejemplo- por conducir vehículos bajo influencia del alcohol o drogas. 

Entendamos que es mi libertad consumir alcohol y además es legal, y en estos nuevos tiempos son legales hasta cierto tipo de drogas; pero ese derecho individual -de alguna o de varias maneras- está limitado por las leyes, en el sentido de que las consecuencias de ese derecho individual no pueden atentar contra los derechos de otra persona en particular o sobre la colectividad, en general. En otras palabras, en este ejemplo del consumo de alcohol o drogas, mis derechos individuales no pueden atentar contra el derecho a la vida de otras personas o contra la propiedad pública o privada. 

Es por ello, que una persona bajo influencia del alcohol o drogas no tiene libertad legal -de acuerdo con las leyes- para conducir un vehículo, porque con la disminución del sentido y de los reflejos que causa el consumo de alcohol o drogas, aumenta la probabilidad de que el individuo intoxicado pueda causar un accidente con daños materiales y/o perdidas humanas.  

Entonces, la condición para ser parte de una comunidad es que debemos sacrificar ciertas “libertades individuales”, para poder convivir en ella. De ninguna manera afirmamos que es inválido hacer oposición a alguna norma o ley que consideramos vulnera nuestros derechos, pero esa oposición debe sustentarse en aspectos objetivos o racionales, nunca en emociones o sentimientos. Y debe buscar el bienestar colectivo, no solo el bienestar individual.

Cuando escogemos un gobierno es para que este gobierno regule a través de las leyes las conductas individuales o grupales, poniendo siempre por encima el bienestar colectivo. Expresaba Friedrich Hayek, Filósofo y economista austriaco. Premio Nobel de Economía 1974, que “La libertad no solo significa que el individuo tiene la oportunidad y el peso de elegir; sino también significa que debe asumir las consecuencias de sus decisiones y acciones. Libertad y responsabilidad son inseparables”.

Las sociedades deben estar continuamente en proceso de revisión de las normas y leyes que las rigen para actualizarlas y ajustarlas a nuevos contextos, circunstancias y realidades. En derecho se hace referencia a la intención del legislador cuando éste redactó y presentó para su aprobación alguna nueva legislación. Es lógico considerar que su intención obedeció a dar respuesta legal a alguna o algunas condiciones o circunstancias particulares de ese momento.  Las cuales pueden ya no estar presentes en la actualidad, lo que requeriría o haría necesaria una revisión, actualización o ajuste a una legislación ya obsoleta. 

En muchos lugares del mundo se cambian y se realizan ajustes a leyes, porque las mismas daban respuesta o regían circunstancias, situaciones o coyunturas particulares de un momento histórico, pero que ya no tienen vigencia y, por tanto, no responden a las necesidades y realidades de los nuevos tiempos, de manera tal que requieren revisarse y actualizarse. 

En resumen, existen -entonces- reglas de juego necesarias para vivir y convivir en sociedad, las cuales deben respetarse para que la convivencia sea viable en el tiempo.   Como individuo no puedo tomar una decisión o acción personal, pensando en mí solo beneficio o en el resultado a corto plazo,  sin considerar sus efectos en otros miembros de la comunidad y en el impacto a mediano y largo plazo. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario