domingo, 21 de junio de 2020

FELIZ DÍA DE LOS PADRES - Miguel A. Terán

Es un día propicio para reconocer el trabajo y compromiso de esa persona que junto a nuestra madre nos complementa como seres humanos. Llevando el reto compartido de construir individuos más armónicos, balanceados y equilibrados. Es un momento para valorar el trabajo de esa persona de la cual copiamos principios y valores que nos acompañarán por el resto de nuestras vidas.

Sin duda, que la primera responsabilidad de un padre es tratar de hacer la mejor pareja con nuestra madre, para bienestar de quienes somos sus hijos, de la familia y de la sociedad en general. Inclusive, en aquellos casos, en los cuales por diversas razones deban separase como pareja, el compromiso de los padres es tener siempre presente que se separaron de nuestra madre, pero nunca de nosotros. Y eso también lo debe comprender nuestra madre, para bienestar de sus hijos.  

Un padre es aquella persona que junto a nuestra madre debe darnos alas para que volemos, enseñándonos a volar, pero cuidando que no olvidemos nuestras raíces, ese lugar y esa cultura de la cual venimos. Sus historias y vivencias -aquellas que nos contaron- serán parte de nuestro acervo cultural y tomarán mayor valor en la medida que pasen los años, porque nosotros las transmitiremos a nuestros hijos y, tal vez, así continúe de generación en generación.

Las palabras del filósofo francés y miembro del Comité de Ética de Francia André Comte-Sponville (n. 1952), son buena guía para nuestra labor de padres, cuando este brillante filósofo dijo: «¿Quieres saber si tal o cual acción es buena o condenable? Pregúntate ¿Qué ocurriría si todos se comportaran como tú?». De la honesta respuesta -ante esta pregunta- que debemos darnos a nosotros mismos, dependerán nuestras acciones y nuestro ejemplo de vida.

Deberíamos lograr ser los padres que cuando nuestros hijos piensen en responsabilidad, honestidad, ética, moral y buen ejemplo, nos recuerden en seguida. Por ello, es vital evitar que inadecuadas actitudes y conductas de nuestra parte, sean el ejemplo que «mal eduque o deforme» a nuestros hijos. El reto es dedicarnos a ser el mejor ejemplo o modelo para ellos y, entonces, con seguridad, no hará falta ser el mejor crítico. En su sabiduría, la Madre Teresa de Calcuta, afirmaba: "No te preocupes porque tus hijos no te escuchan, te observan todo el día". Definitivamente, es un hecho, que una acción tiene más valor que un largo sermón.

Puedo considerarme dichoso de contar entre mis amigos con un batallón de buenos padres, o por lo menos un batallón de esos individuos que de todo corazón hacen o han intentado hacer lo mejor por sus hijos. En lo personal, tengo la misma dicha, porque Dios y la vida me premiaron con un excelente padre, quien ya no está a mi lado, pero de quien -a través de su sencillez- recibí continuas lecciones de vida. Alguien que no tuvo todas las oportunidades que él se esforzó y logró brindarme a mí; pero que más allá de ello, fue un ejemplo vital para que yo comprendiera que la vida no consiste en lo que hacemos o tenemos, sino en lo que somos.  Y mi padre por encima de todo, puedo evaluarlo como un excelente padre, a quien gustoso yo aceptaría en ese mismo rol en otra vida.

Doble felicitación para aquellas madres que por diferentes razones debieron jugar los dos roles, de madre y padre, para ellas mi admiración y respeto, es duro y exigente ese doble rol.

Parece válido pedir a los padres que tengamos siempre presente la frase de Karl Kraus, el famoso escritor y periodista austriaco, quien dijo. “Cuando los padres han construido todo, a los hijos solo les queda derrumbarlo”. En estos competitivos y enloquecedores tiempos, nuestro reto como padres es encontrar puntos de armonía, equilibrio y moderación, dando ejemplo, teniendo siempre presente que no solo estamos criando a nuestros hijos, sino que estamos creando y construyendo los hombres y las mujeres del mañana.

Feliz Día a todos aquellos que se merecen el calificativo de padre, no solo por haber procreado hijos, sino por asumir el rol de criarlos y crear en ellos los individuos que la sociedad requiere y requerirá. A mi padre donde quiera que esté, mi permanente y sincero agradecimiento. Se te ama entrañablemente.

Miguel A. Terán

Psicología, filosofía y coaching.

Blog: www.miguelterancoach.blogspot.com

Web: www.lidervoice.com

Facebook: https://www.facebook.com/miguelterancoach

Linkedin: http://www.linkedin.com/in/miguelterancoach

Twitter: @MiguelATeranO

No hay comentarios:

Publicar un comentario