lunes, 1 de febrero de 2016

Tratamos de escapar, pero no podemos huir de nosotros mismos. Miguel A. Terán

Tratamos de escapar, pero no podemos huir de nosotros mismos.
Miguel A. Terán

Es imposible escapar o huir de nosotros mismos.  En especial, “La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio”, afirmaba Antoine de Saint-Exupéry, el escritor francés, famoso por su novela El Principito.  

Genialmente alguien preguntó: “¿De qué huyes? Si lo que llevas dentro te seguirá a donde vayas”. Es un hecho que cuanto antes nos enfrentemos a nosotros mismos, enfrentemos nuestros miedos y temores, mucho antes nos liberamos de la pesada carga que representa fingir lo que no somos.

Es vital tener conciencia de lo que somos y hacemos, porque de lo contrario,  el conflicto y desequilibrio serán nuestra compañía de manera permanente. El sacerdote Jesuita y psicoterapeuta Anthony De Mello, se preguntaba y respondía “¿En qué crees que gasta su vida la mayoría de la gente? ¡En impresionar a los otros!”.

El acto de vivir puede convertirse en un conflicto permanente, cuando lejos de definir, precisar y luchar por lo que deseamos, nos disfrazamos para ocultar el conflicto, alejándonos de la necesaria paz y la armonía.

Permitir que el tiempo pase sin resolver el problema solo contribuirá a que éste se agrave, tomando validez las palabras del escritor y militar francés François de La Rochefoucauld: "Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás que al final nos disfrazamos para nosotros mismos".

Nos convencemos de ser alguien, pero en realidad, pensamos, sentimos, decidimos y actuamos de manera diferente a quien creemos ser. Para muchos existe una brecha entre el yo real y el yo deseado.

“Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios”, expresaba el escritor austríaco Rainer María Rilke. Ello tiene consecuencias, que fueron reconocidas por el psicoterapeuta y autor Nathaniel Branden, quien afirmaba que “Cuando intentamos vivir de una manera poco auténtica, siempre somos nuestra primera víctima, ya que, en definitiva, el fraude va dirigido contra nosotros mismos”.

“El que aspira a parecer renuncia a ser”, planteaba el psicólogo, psiquiatra, filósofo y escritor argentino José Ingenieros. Y en forma tristemente graciosa, la pintora y poetisa mexicana Frida Kahlo expresaba “Traté de ahogar mis penas en licor, pero las condenadas aprendieron a nadar”.

En la vida muchas veces transitamos por un lado y hablamos por otro, corriendo el riesgo de perdemos entre el discurso y el camino. Sin embargo, como dijo el poeta chileno Pablo Neruda "Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente –sin escapatoria- te encontrarás a ti mismo, y ésa, solo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas". En definitiva, la paz, la armonía interna y la consecuente felicidad no pueden conseguirse a través del auto-engaño. Hagamos el mejor de nuestros esfuerzos por ser auténticos.

02 de Febrero de 2016.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Web: www.lidervoice.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.


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