lunes, 8 de febrero de 2016

“Lo que más me inquieta es que todos se preguntan: ¿Qué va a pasar? Casi nadie se pregunta: ¿Qué vamos a hacer?”. Julián Marías (1914-2005). Filósofo español, discípulo de José Ortega y Gasset.

 “Lo que más me inquieta es que todos se preguntan: ¿Qué va a pasar? Casi nadie se pregunta: ¿Qué vamos a hacer?”.
Julián Marías (1914-2005). Filósofo español, discípulo de José Ortega y Gasset.

Nos estancamos al girar haciendo conjeturas o especulaciones sobre lo que va a pasar, pero olvidando brindar atención a lo que debemos hacer. Cuestionar, hacer juicios o inferencias acerca de lo que podría pasar, sin considerar ni complementarlas con lo que vamos a hacer para resolver el tema, circunstancia o problema, solo incrementará nuestras angustias, incertidumbres, frustraciones y miedos.

La diferencia entre la primera pregunta ¿Qué va a pasar? y la segunda pregunta ¿Qué vamos a hacer?”, es que en la segunda, debemos considerar alternativas de solución o respuesta, asumiendo el compromiso de decidir y hacer algo para evitar llegar al extremo que suceda o para resolver la situación y sus consecuencias cuando ésta sea inevitable.

Parece paradójico, pero nos encanta rumiar la primera pregunta, ¿Qué va a pasar?, dedicándonos a hablar, quejarnos, criticar y sobre todo culpar. Aunque, extrañamente, los únicos que nunca aparecen en la lista de culpables somos nosotros mismos. Tengamos presente que podemos ser culpables por error u omisión, resultado de nuestros descuidos, desinterés, silencios, flojera, comodidad y otras.

En diversas oportunidades, entendemos como “normal” pasar o transferir responsabilidades a otros; por ejemplo, en la escuela los maestros y profesores asumen parte de la responsabilidad de los padres en la formación de sus hijos, pero la responsabilidad sigue siendo de los padres. En la sociedad, mediante una elección o votación otorgamos poder a los funcionarios públicos elegidos,  para que decidan, actúen y resuelvan en nuestro nombre, pero la responsabilidad como ciudadanos sigue siendo nuestra.

Una condición indispensable para alcanzar una respuesta válida es ampliar nuestros horizontes y perspectivas de solución. Se nos hará difícil, cuando no imposible, resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos, expresaba el científico Albert Einstein.

También sucede que muchos problemas no pueden ser resueltos, porque nos hemos desenfocado de su real solución, distorsionamos las prioridades, tomando rumbos que nos hacen perder el tiempo mientras se agrava el problema. El escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, refería en su obra el siguiente mensaje “Si al escalar una montaña en la dirección de una estrella, el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía”.

Lo clave es tener claras prioridades. El experto canadiense en liderazgo Robin Sharma plantea que “Hay que moverse por prioridades, ese es el secreto del dominio del tiempo”. Mientras  el famoso ejecutivo de la industria automovilística estadounidense Lee Iacocca recomendaba “Procura tener claras las prioridades y mantén al día la lista de urgencias”. Pero también es clave que en decisiones colectivas, las prioridades deben representar los intereses todos o de la mayoría de los involucrados y no solo de algunos de sus integrantes o partes.  
Los problemas crecen hasta un momento en que es imprescindible encontrarles salida. Es necesario considerar todos los problemas que tenemos en un momento determinado, para priorizar y establecer un orden de solución, escogiendo resolver los problemas reales o de mayor consecuencia e impacto, evitando estancarnos en los problemas secundarios o accesorios, para los cuales tendremos tiempo más adelante.  Recordemos las palabras del escritor polaco Stanislaw Lec: “Cuando el agua te llega al cuello, no te preocupes si no es potable”.

09 de Febrero de 2016.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

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