jueves, 11 de junio de 2015

LA GRATITUD ES UNA DE LAS MÁS IMPORTANTES Y BELLAS VIRTUDES HUMANAS. Miguel A. Terán‏

El diccionario define la gratitud como el sentimiento que nos permite apreciar o estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y reconocer agradecidos a quien tuvo a bien ayudarnos o intentar ayudarnos. Sin embargo, la idea cuando decidimos ayudar o apoyar a alguien o algo, no es establecer una economía de favores, sintiendo que ese alguien o algo está en deuda con nosotros o nosotros estamos en deuda, cuando hemos sido los beneficiados. Es diferente cumplir por sincero agradecimiento que por simple compromiso o retribución.  Es necesario tener por siempre presentes a quienes nos brindaron su ayuda, sin que el tiempo borre de nuestra memoria ese agradecer. Un proverbio chino nos recuerda "Cuando bebas agua, no olvides la fuente".
Hace más de dos milenios planteaba el jurista, político, filósofo, escritor y orador romano,  Marco Tulio Cicerón, que “La gratitud no es solo la mayor de las virtudes, sino la madre de todas las demás”. Sin embargo y tristemente, el escritor estadounidense Mario Puzo, autor de la famosa novela “El Padrino”, expresó una gran verdad “El tiempo hace estragos en la gratitud, aún más que en la belleza”. Si bien es cierto que es muy importante saber hacia dónde vamos, es necesario nunca olvidar de dónde venimos.
Cuando estamos bien nos olvidamos de los demás. Sin embargo, la vida da muchas vueltas y algunas veces estamos arriba y otras abajo. Siempre son oportunas las palabras del Papa Francisco, quien recomienda "Cuando vayas subiendo, saluda a todos. Son los mismos que vas a encontrar cuando vayas bajando”. El político, pensador y escritor cubano  José Martí reconocía que “Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad”.
Somos felices cuando agradecemos lo que somos, hacemos o tenemos, por poco o mucho que parezca, porque la realidad es que la vida nos demuestra que todo es relativo, y lo mucho puede ser poco y lo poco puede ser mucho.  Quien no agradece siempre estará centrado en lo que le falta y eso le hace transitar por una vida miserable, siempre en espera de algo que le hará feliz. En ese orden de ideas, el pensador estadounidense Ralph W. Emerson reconocía que “El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene”.
Parafraseando al autor británico, Reginald H. Blyth, la mayor diferencia entre las personas está entre quienes son agradecidos y quienes son desagradecidos. Siempre y por siempre, la palabra “Gracias” será una bella palabra.
“El agradecimiento es la memoria del corazón”, afirmaba el filósofo chino Lao-Tsé. Entendiendo, que en lo cerebral y racional, siempre habrá más que desear y poco que agradecer. El lenguaje de muchas personas que se habitúan a expresar solo dificultades, escases y carencia, siempre será compañero de una mentalidad de pobreza y un espíritu vacío, sin nada que agradecer.  
Por su parte, el filósofo, pensador, escritor e inventor alemán Johann Wolfgang von Goethe, reconocía con humildad su agradecimiento afirmando “Si yo pudiera enumerar cuanto debo a mis antecesores y contemporáneos, no me quedaría mucho en propiedad". 
El escritor, periodista y político peruano Ricardo Palma, expresó de interesante manera la gratitud diciendo “Cumple con la gratitud del peregrino, no olvidar nunca la fuente que apagó su sed, la palmera que le brindó frescor y sombra, y el dulce oasis donde vio abrirse un horizonte de esperanza”.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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