viernes, 15 de mayo de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Viernes 15 de Mayo de 2015)‏

“La vida es algo más que aumentar el ritmo”.
Mahatma Gandhi (1869-1948). Abogado, pensador, activista y político hindú.

REFLEXIÓN: Podemos definir la paciencia como ese tiempo que debemos esperar mientras las cosas suceden u ocurren, inclusive en aquellas cosas o situaciones en las que estamos haciendo o hemos hecho algo para que sucedan u ocurran. Sin embargo, la paciencia ha sido demonizada,  asociándola en muchos casos con padecer o soportar, tolerancia o lentitud. Cuando hacemos referencia a la paciencia  de alguien, esa apreciación tiene sonido a crítica, pocas veces a raciocinio y reflexión. 
Pero, el filósofo alemán Immanuel Kant, consideraba que “La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte”. En esta perspectiva está asociada la paciencia a algo más cercano a una virtud o fortaleza. La impulsividad es lo contrario a la paciencia. “Todo poder humano se forma de paciencia y de tiempo”, afirmaba el pensador estadounidense Ralph Waldo Emerson. 
En estos tiempos refiere el filósofo contemporáneo español Fernando Savater que “Durante buena parte del día vivimos como si nos hubieran dado cuerda: nos levantamos, hacemos cosas porque se las hemos visto hacer a los demás, porque nos lo enseñaron así, porque eso es lo que se espera de nosotros”. Mucha reacción, poca reflexión y escasa conciencia. Poco cuestionarnos acerca de si la ruta que llevamos y lo que hacemos nos acerca al lugar adonde queremos ir y estar en el futuro. 
Infinidad de problemas y situaciones críticas en la pareja, la familia, el trabajo, la comunidad, surgen de la inadecuada paciencia, en muchos aspectos. “Para saber hablar es preciso saber escuchar”, afirmaba el escritor griego Plutarco, y es un hecho que cada vez escuchamos menos, incluso escuchamos para responder, no para comprender, menos para sensibilizarnos acerca del tema. Caso similar ocurre con la lectura, casi de titulares de prensa, mucha interpretación y conclusiones basadas en escasa información. 
La naturaleza nos da lecciones de procesos, porque todo tiene su propio ritmo y tiempo, todo es un proceso. En su apreciación acerca de la importancia de la paciencia en los negocios,  el millonario estadounidense Barren Buffet, lo expresa de una manera graciosa diciendo  “No importa qué tan grande sean nuestros talentos o esfuerzos, algunas cosas simplemente llevan tiempo. No podemos producir un bebé en un mes embarazando a nueve mujeres”. 
El escritor y orador estadounidense John C. Maxwell afirma que “Sobrestimamos el evento y subestimamos el proceso, cada sueño realizado ocurrió gracias a la dedicación de un proceso”. Alguien planteaba y afirmaba que lo que se deteriora como un proceso, será imposible resolverlo sin respetar el tiempo que requiere el proceso para revertirlo, si es posible lograrlo. 
Algunas veces nos dejamos atormentar de tal manera por las urgencias y sus prisas, que olvidamos lo importante. El mensaje del educador y poeta americano Henry Wadsworth Longfellow nos recuerda que “Se tarda menos en hacer una cosa bien que en explicar por qué se hizo mal”. 
Cuando perdemos el rumbo de nuestra vida de nada sirve aumentar el ritmo o la velocidad, porque lo que estaremos logrando es perdernos más rápido. Aprendamos a disfrutar de cada cosa que hacemos, cada actividad que realizamos, cada experiencia vivida y cada compartir con otras personas. 
Simplificarse, relajarse, disfrutar, escuchar, observar, meditar, inspirarse y reflexionar ayudan a transitar adecuadamente el camino de la vida. Debemos sacar tiempo para todo. La armonía, balance y equilibrio entre nuestro cuerpo, mente, corazón y espíritu es vital para llevar una vida sana, con sentido, propósito, contenido, en paz y feliz.

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).


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