“La felicidad es un hábito, cultívalo”.
Elbert Hubbard (1856 -1915) Escritor, editor,
artista y filósofo estadounidense. Creador de Un mensaje a García.
REFLEXIÓN: "Somos lo que hacemos
repetidamente”, decía el filósofo griego Aristóteles. Por su parte, el abogado,
escritor y científico de la antigua Roma Plinio El joven, afirmaba que “El
hábito es el maestro más eficaz”. Mientras un autor anónimo refiere que hablar
de nuestros problemas es nuestra gran adicción. Y recomendaba, que debemos
romper ese hábito, hablando de nuestras alegrías.
Los hábitos son comportamientos que hemos repetido
con regularidad –por mucho tiempo- hasta el punto que los ejecutamos de manera
casi automática, sin darnos cuenta. No nacemos con ellos, pero los moldeamos
como parte de nuestra cultura familiar o social, pasando a ser parte de
nosotros, para bien o para mal.
No solo podemos, sino que debemos y merecemos
hacer de nuestra felicidad un hábito, porque es nuestra razón de vivir.
Las palabras del escritor Henry Van Dyke, refieren que “La felicidad es
interior, no exterior; por tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que
somos”. En otras palabras, es una decisión personal, porque la respuesta y
solución está en nosotros. El escritor ruso Leon Tolstoi, daba más argumentos,
cuando planteaba “El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se
quiere sino querer siempre lo que se hace”.
Por su parte, el líder hindú Mahatma Gandhi
afirmaba que "La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que
uno dice y lo que uno hace están en armonía”. Algunas veces perdemos esa
armonía al comparar nuestra felicidad con la de otros, y es allí cuando nos
convertimos en infelices, porque tal cual lo expresó el escritor, filósofo y
pensador político francés Barón
de Montesquieu “Queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo,
porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad”.
Pero lo cierto es que la felicidad de otros será
inalcanzable, porque siempre parece mejor de lo que es en realidad. También
ocurre, para nuestra infelicidad, que usualmente estamos más preocupados por lo
que nos falta o lo que no tenemos, que por reconocer, valorar y disfrutar lo
que tenemos.
El filósofo griego Epicteto de Frigia reconocía,
hace casi dos mil años, que el deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.
Porque vivir llenos de deseos nos impide ser felices, debido a que nunca
estaremos satisfechos, ya que siempre habrá un nuevo deseo que alcanzar, por lo
cual perderemos la paz.
"Cuando tenía 5 años, mi madre siempre me
decía que la felicidad era la clave de la vida. Cuando fui a la escuela, me
preguntaron qué quería ser cuando fuera grande. Yo escribí "feliz".
Me dijeron que no entendía la pregunta, y yo les dije que no entendían la
vida”, fue una famosa anécdota del fallecido ex Beatle John Lennon.
“Un mal hábito no se puede lanzar por la ventana;
es necesario bajarlo por la escalera un escalón a la vez”, recomendaba el escritor, orador y humorista
estadounidense Mark Twain.
Entonces, pensar en convertirnos en felices de la noche a la mañana, bajo
cualquier argumento no dará los resultados esperados. Debemos comprender que la
felicidad se nos hace más cercana y alcanzable cuando desarrollamos el arte de
disfrutar de las pequeñas alegrías de cada día.
El reto es hacer de la felicidad un hábito de cada
día y de todo momento.
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.
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la medida que se transmite a mayor número de personas. Si cada uno de nosotros
reflexiona, aprende y cambia para mejor, todo cambiará para mejor.
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