“Tú debes amar de tal manera que la persona que
ames se sienta libre”.
Thích Nhat Hanh (n. 1926). Monje budista y Maestro
Zen.
REFLEXIÓN: Amar es asociado con diferentes
sentimientos, entre ellos afecto, bondad, compasión y apego. Aunque, así como
el sentimiento de amor se asocia con lo bueno del ser humano, también tiene su
lado negativo, por lo cual surgen relaciones “amorosas” que no son tan humanas.
“La adicción afectiva es el peor de los vicios”, plantea el reconocido
psicólogo Walter Riso.
En ese lado negativo surge el apego, cargado de
miedos y dispuesto a hacer de todo para conservar la relación. En una relación
de este tipo, a pesar del daño que hace, la persona que sufre el apego no tiene
capacidad para desprenderse de esa otra persona, es un esclavo o esclava. Desde
otra perspectiva, la escritora e intelectual francesa Germaine de Staël
expresaba que “La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un
esclavo”. Tal vez, esclavo del mismo amor, podría ser una posible
interpretación a las palabras de la señora Staël.
Por el contrario, una relación sana, tiene como
premisa la independencia, basada en la efectiva comunicación, la confianza y el
respeto mutuo. Es un hecho que donde existe desconfianza no puede germinar el
amor. La libertad nos permite pensar y actuar según la propia voluntad y en
cumplimiento a las pautas morales; llevarla un poco más allá, es libertinaje.
La libertad debidamente entendida está unida al respecto, por los límites de
esa misma libertad.
Muchas personas toman la decisión de adquirir un
compromiso afectivo, pero tal vez no emocional, pretendiendo disfrutar de los
beneficios de ese compromiso a la vez que desean conservar las libertades de su
condición o estilo de vida anterior, lo cual no es una opción válida.
La escritora francesa Françoise Sagan consideraba
que “Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender”. Mientras que el
también escritor francés y Premio Nobel de Literatura (1957), Albert Camus, planteaba que tenemos dos
caras, por lo cual no podemos amar sin amarnos.
Es un sinsentido tratar de conservar en nuestra
vida a alguien que no quiere estar en la nuestra. Una conocida frase nos
recuerda que no debemos tratar como prioridad a quien nos considera solo como
una opción. El Papa Juan Pablo II decía “Amar es lo contrario de utilizar”.
La realidad es que una relación sin libertad no es
una relación de amor, pero esa libertad basada en el amor requiere de respeto y
confianza. La verdad parece ser que “La libertad no tiene su valor en sí misma:
hay que apreciarla por las cosas que con ella se consiguen”, concluía el
escritor español Ramiro de Maeztu. Tengamos siempre presente las palabras
del Poeta y dramaturgo alemán Goethe: “Solo es digno de libertad quien
sabe conquistarla cada día”. Para concluir, tengamos presente que el amor ni se
exige ni se mendiga.
Miguel A. Terán
Blog: www. miguelterancoach.blogspot.com
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de
Wikipedia.
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