jueves, 5 de febrero de 2015

REFLEXIÓN DEL DÍA (Viernes 06 de Febrero de 2015)

“La actividad más importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre”.
Baruch Spinoza (1632 -1677). Filósofo neerlandés. 
REFLEXIÓN: Aprender algo nos permite entender y comprender, liberándonos de la esclavitud que representa ignorar y desconocer. Sin aprender no llegaremos a entender ni comprender las relaciones e interacciones entre diferentes eventos, circunstancias o personas. El novelista y político francés André Malraux decía que “Si de veras llegásemos a poder comprender, ya no podríamos juzgar”.
Cuando no entendemos ni comprendemos algo, existen dos opciones, aceptar o negar. La posición neutra no aplica, ya que la aceptación o la negación de otros será nuestra decisión al no habernos expresado. Una mentira debidamente  presentada y adornada es fácil de comprar, por parte de quien ignora.   Tal vez consciente del engaño que representan envoltorios y colores, el escritor y diplomático mexicano Octavio Paz consideraba que “La realidad es más real en blanco y negro”. 
Desde otro ángulo, negar podría significar no aceptar otras perspectivas y puntos de vista, básicamente por no entender, limitándonos en alternativas y oportunidades. Algunas veces, tal cual refería el novelista francés Jules Gouncourt “El más largo aprendizaje de todas las artes es aprender a ver”, porque nuestras creencias y paradigmas alteran nuestra percepción y condicionan lo que vemos.  Por su parte, el poeta inglés Alexander Pope afirmaba que “Algunas personas nunca aprenden nada, porque todo lo comprenden demasiado pronto”. 
El famoso médico español Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina (1906), consideraba que lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia. En su particular estilo, el escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura (1982), Gabriel García Márquez, expresaba “Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no”.
Sin embargo, aprender es un proceso continuo, que nunca termina, porque el conocimiento cambia. En el momento en que  detenemos nuestro aprendizaje comenzamos a retroceder, quedando desactualizados y rezagados. 
Son muchos los que viven de la ignorancia de otros, pero esto es una trampa, “un cuchillo de doble filo”, que en cualquier momento les puede jugar una mala pasada. De allí la importancia de preocuparnos y ocuparnos para hacer que los demás aprendan, entiendan y salgan de la ignorancia,  porque ellos son nuestros compañeros de ambiente o entorno.  Al respecto el Emperador Romano Marco Aurelio, llamado el Sabio o el Filósofo, afirmaba  “Los hombres han nacido los unos para los otros: edúcales o padécelos”. La idea es que puedan ser libres, al dejar de ser ignorantes, evitando el riesgo de que  su misma ignorancia nos haga daño a todos. 
Es importante tener presentes las palabras del filósofo británico Karl Popper, quien consideraba que "La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse a adquirirlos". Recordemos que cada aprendizaje nos libera de las cadenas de la ignorancia, permitiéndonos ser cada vez más libres y capaces de buscar nuestro propio camino y destino, a la vez que ayudamos a otros a encontrar el suyo.  

Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia.

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“Sueña, vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.

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