“Las recetas
rápidas no funcionan. Todo cambio duradero requiere tiempo y esfuerzo”.
Robin S.
Sharma (n. 1965). Escritor y empresario canadiense. Experto en Liderazgo y
Desarrollo Personal.
REFLEXIÓN: El
poco tiempo que dedicamos a los temas importantes de nuestra vida, mientras
estamos atrapados respondiendo a lo urgente, por esa “Adicción a lo urgente”
propia de la cultura de estos tiempos, nos lleva –casi de manera obligada – a
buscar desvíos o atajos para hacer lo importante. Al fin y al cabo, solo
tenemos 24 horas al día, ni una más ni una menos.
Este
desequilibrio entre lo urgente y lo importante, podríamos solucionarlo
asignando tiempo donde debemos asignarlo, para lo cual es vital definir y
establecer claras prioridades de vida, que nos orienten y mantengan enfocados
en lo que realmente es importante.
En esa
preocupación, siempre latente, por atender lo que reconocemos como importante
–aunque en la práctica no le brindemos el tiempo que se merece - ha surgido un
amplio mercado de recetas para todo. Es normal encontrar montones de escritos
en libros, artículos, en la red, etcétera, con cinco pasos para ser feliz, diez
pasos para conseguir pareja, ocho para ser millonario, cinco para el cuerpo
perfecto, palabras más palabras menos, atajos y más atajos. No hay microndas para aprender a vivir.
La palabra
“Disciplina” se ha convertido en un auténtico “Chivo Expiatorio” – porque
queremos hacerla culpable de algo que no es, pero nos sirve de perfecta excusa.
La realidad es que la disciplina es una herramienta de la convicción, de ese
convencimiento que tenemos sobre algo. En otras palabras, sino estamos
convencidos de hacer algo, siempre habrá alguna excusa para no ser
disciplinados. Y al final, todo concluye en intentar tomar atajos o desvíos
para lograr hacer lo que debimos hacer, disciplinadamente.
Tomar atajos
no siempre nos ahorrará tiempo, esfuerzos o trabajo, porque no hay garantía que
a través del atajo logremos alcanzar la calidad de vida deseada. Los atajos
pueden impedir que vivamos necesarias experiencias de vida, que nos harán falta
más adelante. Una expresión popular dice que “No hay atajos para ir a cualquier
lugar que valga la pena”. El cantautor y poeta español, Joaquín Sabina, afirma
que “Al infierno se va por atajos, jeringas y recetas”.
Muchas
soluciones fáciles nos engañan porque funcionan en el corto plazo, pero sus
resultados o efectos en el mediano y largo plazo puede que no sean tan
satisfactorios como parecen. Esos recetarios de cocina afectivos, gerenciales,
familiares, etcétera, pueden tener aparentemente “buen resultado”, pero su
superficialidad y facilismo, los pone en duda al momento de lograr cambios
sustentables en el tiempo.
La mejor
receta es tener claramente definidos los principios y valores que guían nuestra
vida, actuando y viviendo según lo que ellos nos indican, dedicando tiempo a lo
realmente importante y prioritario, para llevar una vida armónica y
equilibrada que nos permita disfrutar de prosperidad y felicidad.
Miguel A. Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota: Foto
ilustrativa extraída de la Web.
Nota del autor
del Blog: Invito a todos mis amigos, seguidores y apreciados lectores a
compartir, con familiares, relacionados y contactos, esta reflexión y los demás
artículos publicados en este blog: miguelterancoach.blogspot.com. Tengamos presente que, en oportunidades,
unas sencillas palabras pueden hacer y ser la diferencia en nuestra vida o en
la vida de los demás.
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