lunes, 13 de octubre de 2014

PENSAMIENTO Y REFLEXIÓN DEL DÍA Martes 14 de Octubre de 2014

“La lectura es como el alimento; el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere”.
Jaime L. Balmes (1810-1848).  Filósofo, sociólogo y teólogo español

REFLEXIÓN: Es una realidad que nuestra mente también se indigesta cuando la llenamos en exceso de información, muchas veces sin  criterio definido, o mejor dicho, el criterio parece ser que “no hay criterio”. Unas pocas líneas al día de material de lectura con contenido y sentido, bien leídas, reflexionadas e interpretadas, son más enriquecedoras  que capítulos enteros de lecturas vacías.

La lectura dirigida a aprender requiere de tiempo, paciencia, habilidad, método, decisión y pasión por conocer, decía el docente brasileño Paulo Freire. La lectura superficial no podrá  llenarnos de algo muy distinto a superficialidades. El mismo Freire consideraba que “Leer un texto no es “pasear” en forma libre, atrevida e indolente sobre las palabras”. Hay que sentir lo que se lee, cuestionando nuestras propias creencias y paradigmas, cuando la lectura exprese algo distinto a lo que afirmamos como la verdad, nuestra verdad en todo caso. 

No se trata solo de leer, se trata de reflexionar, de comprender, de criticar y aprender. Sin embargo, en un mundo sobre cargado de datos e información, corremos el riesgo de leer muchas cosas diferentes y sin conexión, que lejos de clarificar horizontes y perspectivas nos confunden. Muchas lecturas no están dirigidas a ubicarnos en un contexto real, tal vez la función es lo contrario, por lo cual no motivan o estimulan al lector para que se sensibilice con lo social y humano.   

Algunas lecturas nos dan paz y otras nos la quitan. Algunas nos llenan de basura “literaria” que nos intoxica.  Algunas lecturas representan una inversión de tiempo, otras por el contrario, una pérdida o despilfarro de nuestro tiempo. Escoger adecuadas lecturas es vital, porque no seremos nada diferente al alimento que consumimos.

Lo que no debemos permitir, bajo ningún concepto,  es que un día se nos escape sin nutrir nuestra mente, corazón y espíritu.  Cuando descuidamos alguna de éstas áreas, estaremos perdiendo la armonía y equilibrio necesario para llevar una vida sana y feliz.

Miguel A. Terán

Twitter: @MiguelATeranO

Nota: Foto ilustrativa extraída de la Web.



Nota del autor del Blog: Invito a todos mis amigos, seguidores y apreciados lectores a compartir, con familiares, relacionados y contactos, esta reflexión y los demás artículos publicados en este blog: miguelterancoach.blogspot.com. Tengamos presente que, en oportunidades, unas sencillas palabras pueden hacer y ser la diferencia en nuestra vida o en la vida de los demás.

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