viernes, 12 de septiembre de 2014

LA DECISIÓN DE EMIGAR – ¿Cuáles son las causas y razones que nos motivan a considerar emigrar? Parte I‏

La Decisión de Emigrar por: Miguel A. Terán

 
¿Qué nos desagrada, incomoda, disgusta o molesta del lugar donde vivimos?; ¿Qué posibilidades u oportunidades han desaparecido de ese lugar?; ¿Qué nos agrada o atrae de otro lugar?; ¿Cuál es la diferencia entre ese nuevo lugar y el lugar actual?; ¿Qué estamos buscando o cuáles son nuestras expectativas al emigrar?; ¿Qué posibilidades u oportunidades existen en ese nuevo lugar?; ¿Cuán dispuesto estoy a cambiar mi actitud y conductas para adaptarme a ese nuevo lugar?

Preguntas muchas, respuestas muchas y variadas. Pero más allá de que esas respuestas y preguntas tengan algo o mucho de emotividad y las perspectivas tengan algo o mucho de incertidumbre, angustia o miedo, la realidad es que ha surgido una inquietud o molestia que nos motiva a considerar otras alternativas de residencia o hábitat, distintas a la actual.

Uno de los elementos más importantes a tomar en consideración cuando deseamos evaluar la alternativa de emigrar, considerándola una opción para el futuro de nuestra vida y el de nuestra familia, es buscar y encontrar las causas y razones, que nos motivan a hacerlo. La mayoría de las personas consideran que causas y razones son lo mismo, pero lo que definen o describen como causas o razones, son en realidad los síntomas, efectos y consecuencias, que nos presionan para tomar la decisión.

Cuando tratamos de encontrar las causas, por lo general, encontramos o nos topamos  con los síntomas que nos afectan, presionando o motivando nuestra decisión, pero la respuesta que requerimos darnos o respondernos tiene que ver con las causas, no con los síntomas, consecuencias o efectos.

En las razones para emigrar, generalmente, se conjugan tantos los factores que nos empujan o presionan para salir de donde estamos, así como los factores que nos atraen en el lugar donde consideramos establecer nuestra nueva residencia. En ese lugar hacia donde se decide emigrar, parecen existir las condiciones que faltan o carecen en nuestro actual hábitat. La gente emigra, por lo general, con la expectativa de conseguir mejores condiciones de vida, paz, seguridad, oportunidades de trabajo, mejora económica, opciones de atención sanitaria o salud,  democracia entre otras.

Es común que en los miembros un mismo grupo familiar, encontraremos diferentes razones para decidir emigrar. Sin embargo, más allá de las razones, requerimos también entender cuáles han sido las causas que hicieron posible que la situación o condiciones del lugar donde vivimos cambiaran, a tal extremo, que nos veamos - literalmente – obligados a considerar la alternativa de emigrar como única opción.

Es muy importante entender esas causas por las cuales en nuestro actual lugar de residencia, echaron raíces, condiciones y situaciones, que luego de evolucionar -para algunos la palabra correcta seria involucionar- se convirtieron en las razones que ahora presionan o motivan nuestra salida. El filósofo español Fernando Savater, en uno de sus excelentes textos,  plantea que solo nuestra ignorancia de cómo estaban las cosas en el momento A justifica que nos sorprenda lo que pasa luego en el momento B.

Debemos ser cuidadosos para no confundir la causa con el efecto o consecuencia, porque al confundirlas podríamos de nuevo a cometer similares errores en el presente y futuro; dedicándonos a atacar y resolver solo los efectos, consecuencias o síntomas, mientras que las causas siguen vigentes y empeorando.

Con seguridad al momento de establecernos como inmigrantes en otro lugar, sentiremos que los malestares que ocasionaban los efectos o consecuencias se quedaron en nuestro lugar de origen, pero debemos ser muy cuidadosos para no colocar en nuestro equipaje las causas y traerlas a nuestro nuevo lugar de residencia, porque la historia de consecuencias y efectos podría repetirse, con similares resultados.

La razón es que quien emigra puede aún estar contaminado, con un estilo de percibir y hacer las cosas,  y llegar al nuevo lugar o hábitat con capacidad de transmitir o generar de las causas. Por ello, es importante entender y precisar esas causas desde su raíz más profunda, ya que al no hacerlo, es muy probable que volvamos –en nuestro nuevo hábitat – a contribuir con similares errores, que en mediano y largo plazo, desarrollarán situaciones también similares, que nos harán de nuevo sentir los síntomas y garantizar que nuestros hijos y nietos se vean en la obligación de emigrar a otro lugar, al igual que lo hicimos nosotros.


Twitter: @MiguelATeranO

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