miércoles, 30 de julio de 2014

REFLEXIÓN MIERCOLES 30 DE JULIO 2014

“Justifica tus limitaciones y te quedaras con ellas”.
Richard Bach (n. 1936). Escritor del reconocido libro Juan Salvador Gaviota.

Audio / Vídeo en: http://youtu.be/3aWxweqqMhQ

REFLEXIÓN: Reconocer nuestras limitaciones y debilidades es el primer paso para superarlas; por el contrario, negar, justificar u ocultar nos condena a seguir en compañía de éstas. De ninguna manera, reconocerlas tiene como objetivo entristecernos o deprimirnos, la idea es conocerlas para superarlas.

Al negarnos a aceptar y reconocer nuestros errores, resultado de esas limitaciones y debilidades,  impedimos superarlos y aprender de éstos, pudiendo llegar a convencernos a nosotros mismos que no los cometimos y dedicarnos a buscar culpas en otras personas o en las circunstancias. Ambas opciones no nos dejarán avanzar.

Es importante reconocer que nadie es perfecto y todos tenemos limitaciones y debilidades, las cuales desde una perspectiva positiva las podemos considerar áreas de oportunidad de mejora y parte de nuestras potenciales fortalezas. Obtener provecho de esas fortalezas,  a la vez que nos hacemos conscientes de nuestras limitaciones y debilidades, estableciendo esfuerzos genuinos por superarlas nos permitirá ser cada día mejores.


Lo que creemos y pensamos de nosotros mismos es condición vital para determinar dónde estamos y adónde llegaremos, allí estarán nuestros límites, que siempre es sano establecerlos para no llegar a extremos. No seremos nada distinto a lo que pensamos y nos convencemos que somos y que podemos llegar a ser.

Esa actitud de justificar comienza por no valorizarnos o compararnos en minusvalía con respecto a otra persona, o a la situación que debemos enfrentar. Cuando nuestros errores y fallas del pasado no fueron adecuadamente reflexionados, en búsqueda de las razones, causas o raíces,  entonces atribuimos éstas a la suerte o a nuestras limitaciones, con lo cual nos vamos convenciendo de nuestra incapacidad.

Nuestra familia, la escuela, la religión, la sociedad y la cultura en general, nos llevan a conformar un particular sistema de creencias que con el tiempo se solidifica y se convierte en nuestros paradigmas de vida, para bien o para mal. El problema sucede cuando esas creencias lejos de potenciarnos solo nos limitan, impidiendo que logremos todo lo que podemos alcanzar. Los temores y el miedo a fracasar que nos han transmitido nos impiden alcanzar metas o nos predisponen a fracasar.

Nuestro particular sistema de creencias altera nuestra percepción, por ello lo que creemos nos predispone  a observar lo que está en línea con esas creencias.   Se dice que nuestras experiencias crean nuestras creencias, pero también hay quien considera que nuestras creencias crean nuestras experiencias. En esta versión, evaluamos las experiencias que vivimos a la luz de nuestras creencias. Entonces, la calidad de nuestras experiencias depende de nuestras creencias.

La clave parece ser reemplazar o sustituir esas creencias que nos limitan, por creencias que nos potencian, abriéndonos camino hacia la vida que deseamos y merecemos.

¡Feliz Día!

Miguel A. Terán

Twitter: @MiguelATeranO

Nota: Foto ilustrativa extraída de la Web.

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