martes, 24 de junio de 2014

REFLEXION MARTES 24 DE JUNIO DE 2014

“El saber es la única propiedad que no puede perderse”.
Bias de Priene (Siglo VI A.C.) Uno de los siete sabios de Grecia.

https://www.youtube.com/watch?v=T3IeEQMywLQ

REFLEXIÓN: Al profundizar en el conocimiento, el saber y la reflexión nos acercamos a la sabiduría, aunque en realidad la sabiduría es algo distinto porque está en una instancia muy superior. En ese mismo orden de ideas, la profesora de arte clásico inglés Sorcha Carey expresó que no debemos confundir nunca el conocimiento con la sabiduría, porque el primero nos sirve para ganarnos la vida, mientras que la sabiduría nos ayuda a vivir. 
Desde los niveles más básicos, elementales y simples,  el conocimiento y el saber  que poseemos nos pertenece. Podemos perder todo lo material en cualquiera de las circunstancias y vicisitudes de la vida, pero nunca perderemos lo que conocemos o sabemos. Algo muy distinto es cambiar o modificar ese conocimiento y saber, en razón de la adquisición de nuevas experiencias, reflexiones y aprendizajes.   
La pérdida  más común del conocimiento es por obsolescencia, porque éste envejece por falta de actualización, lo cual ocurre con más frecuencia en las ciencias y tecnología. Aunque es un hecho real que hemos observado grandes cambios en la dinámica humana y social, no deja de causarnos sorpresa la permanente vigencia de palabras y mensajes de sabios y filósofos expresados hace 25 siglos, referentes a la naturaleza humana y social. 
En un afiche con una foto tomada en los primeros años de la década de 1930,  aparece el científico Albert Einstein acompañado de una pequeña maleta, parado en una estación de tren al llegar como emigrante a los  Estados Unidos, luego de abandonar su Alemania natal.  La leyenda del afiche decía “Un emigrante no llega con las manos vacías”. Este individuo muy poco traería en su pequeña maleta, le habían quitado todo; más sin embargo,  con lo que traía en su cerebro era suficiente para transformar el mundo. Con poco más de 50 años de edad había perdido todo lo material, pero no había perdido sus conocimientos y saberes, los cuales continúan nutriendo al mundo.
Sin pensar que este ejemplo es un extremo, lo cierto parece ser que todo lo que tenemos fuera de nosotros es posible perderlo, las crisis económicas, políticas, sociales, familiares  y personales así lo han ratificado en el tiempo. Por el contrario,  lo que conocemos y llevamos dentro de nosotros es factible replicarlo en otros contextos, momentos y lugares, si tenemos la sabiduría para entender y combinar la cultura, variables y factores de una particular coyuntura.
El poeta y pensador del imperio romano Juvenal reconocía que “Todos desean saber, pero pocos están dispuestos a realizar el esfuerzo requerido para lograrlo”. Por su parte Benjamin Franklin, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos,  planteaba que invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios. En resumen, parece un hecho real que el conocimiento y el saber  serán nuestras más valiosas, auténticas y duraderas fortunas para transitar por la vida.

¡Feliz Día!

Miguel A. Terán

Twitter: @MiguelATeranO


Nota: Foto ilustrativa extraída de la Web.

1 comentario:

  1. Excelente pensamiento y reflexion, importante la diferencia entre conocimiento y sabiduría, sin desperdicio lo que expresaron los grandes pensadores y cientificos de la humanidad. Gracias Miguel feliz dia

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