Pensamiento y
Reflexión del Día (Viernes 30 de Mayo de 2014)
“El gran
problema con la comunicación es que no escuchamos para comprender. Escuchamos
para responder”.
Autor Anónimo.
REFLEXIÓN: Hace dos milenios nos decía el sacerdote e
historiador griego Plutarco: “Para saber hablar es preciso saber escuchar”. Su
contemporáneo, el filósofo griego Epicteto de Frigia, planteaba “Así
como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar”.
Aunque no es posible en este breve espacio tratar la
etimología de las palabras, “escuchar y oír”, un proverbio egipcio parece
diferenciarlas al decir: “Oír es
precioso para el que escucha”.
A través de los tiempos son muchas las frases, pensamientos
e incluso refranes relacionados con escuchar. El escritor español, Baltasar
Gracián, en los años 1600´s reconocía: “No hay peor sordo que el que no puede
oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va”.
Una buena parte de la escucha es selectiva, porque
escuchamos lo que queremos escuchar. Los filtros que tenemos en nuestra
percepción, resultado de nuestra cultura, crianza y experiencias, propias y
ajenas, forman creencias y paradigmas que desvirtúan nuestra percepción.
Escuchar debe acompañarse de preguntas para entender y
comprender mejor lo que ha tratado de expresar la otra persona. Cuando no
hacemos preguntas quedan espacios de duda en lo escuchado, que usualmente
llenamos con interpretaciones y especulaciones, que nos llevan a diluirnos o
perdernos en hipótesis sin base real.
Cuando no escuchamos con la atención requerida para
entender otro punto de vista, esos vacíos nos llevan a crear nuestra propia
historia. Lo ideal es escuchar desde una perspectiva neutral, para realmente
tratar de entender con la mente y el corazón abiertos. Nos decía Martin
Luther King que la verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad
de los otros.
Escuchar a medias no es medio escuchar, es no escuchar.
Al igual que escuchar mucho también tiene sus problemas; entonces, debemos
escuchar de buena fuente para evitar confusiones e indecisiones. Recordemos que
alimentamos nuestra mente, corazón y espíritu con lo que escuchamos, por ello
debemos ser cuidadosos para no intoxicarnos con inadecuadas palabras.
Las buenas relaciones humanas requieren que aprendamos a
escuchar, y para ello, es necesario, permitir que la otra persona exponga sus
puntos de vista, mientras permanecemos pacientes y abiertos a comprender. Pero
lo más importante es aprender a escucharnos a nosotros mismos, para no
confundirnos, engañarnos ni sabotearnos.
¡Feliz Día y Fin de Semana!
Miguel A. Terán
Twitter: @MiguelATeranO
Mejor imposible el pensamiento y reflexion de hoy, deberiamos leerlo varias veces y compartirlo, considero que lo mas importante es primero "aprender a escucharnos a nosotros mismos" y luego "escuchar de buena fuente para evitar confusiones e indecisiones". El secreto del buen hablar es saber escuchar...asi dice el presentador Ismael Cala. Gracias Miguel
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