El Pensamiento del Día (Martes 28 de Enero de 2014)
“Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener”.
Jules Renard (1864-1910) Escritor francés.
REFLEXIÓN: Muchas críticas son superficiales y detrás de ellas no hay espíritu ni interés de mejora, sino simples críticas. He aquí la diferencia entre un crítico y un criticón. Es común criticar de manera cosmética, por "encimita", sin la necesaria profundidad de análisis que nos permita entender realmente porque ocurren las cosas, cómo han evolucionado, porqué algo ha llegado a la situación o condición actual y cómo podríamos resolver esa situación o problema.
Tomar como referencia para criticar solo lo observable, sin considerar los errores o sesgos de nuestra percepción ni entender las raíces o causas reales del problema, nos llevará a encontrar soluciones, también cosméticas, que no darán respuesta al referido problema.
El político británico Sir Winston Churchill (1874-1965) consideraba que las críticas no son agradables, pero son necesarias. Debemos saber valorar las críticas y conocer si han sido hechas con objetividad. Para cambiar de hábitos, costumbres y rutinas se requiere una firme razón para el cambio, porque en muchos casos, las personas no entienden la necesidad de cambiar ni saben hacia donde cambiar. Se dice que podemos lograr cambios cuando el “dolor” de cambiar sea menor que el “dolor” de permanecer donde estamos.
Cuando no entendemos las reales causas o raíces de los problemas, estaremos esperando soluciones rápidas, cambios acelerados de comportamientos en la gente, algún milagro o la aparición de héroes para resolver lo que ocurre. El problema se complica cuando criticamos sin ser justos ni objetivos, y hacemos nuestras críticas desde la falsa seguridad que nosotros no tenemos ese problema.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día!
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