miércoles, 13 de enero de 2016

La responsabilidad social es compromiso y tarea de todos los miembros de la sociedad. Miguel A. Terán

La responsabilidad social es compromiso y tarea de todos los miembros de la sociedad.
Miguel A. Terán

Uno de esos roles que debemos compartir todos los miembros de la sociedad,  es ser responsables con esa sociedad, procurando el bienestar general, más allá de aquel bienestar que solo nos beneficia directamente. Disponer de espacios y tiempo para lo que beneficia a la sociedad en su conjunto es requisito de este rol de responsabilidad social.    

No obstante, como miembros de una sociedad, las acciones que realizamos a nivel de nuestro círculo de influencia tiene impacto en esa sociedad, para bien o para mal, dependiendo del tipo de influencia: positiva o negativa. Es importante aclarar que la opción “efecto neutro” de nuestras acciones no existe, porque lo que hacemos a nivel social, beneficia o perjudica a la sociedad. 

Existen individuos para quienes su aporte o contribución social constituye una especie de ceremonia de exculpación  o proceso de descarga de culpas, por lo cual no tienen  compromiso con el sentido ni el contenido de la actividad que realizan, porque su objetivo es otro. 

Sin duda que contribuiríamos más a la sociedad actuando como buenos y conscientes ciudadanos, que donando, recaudando o participando en eventos. Las empresas con genuina responsabilidad social se enfocarían en brindar –primeramente- las mejores condiciones de trabajo y socio-económicas a sus integrantes; además de fabricar productos ecológicamente amigables para no contaminar;  comercializar solo productos saludables y accesibles al consumidor;  pagar sus impuestos y estar siempre dispuestas a desempeñar un rol más allá del lucro o beneficio a corto plazo. 

Es un hecho que lo social no es algo que podamos entregar o delegar como responsabilidad a la política o al  gobierno, porque en realidad es responsabilidad de todos los ciudadanos. Podemos delegar la ejecución de proyectos sociales, pero no la escogencia,  desarrollo ni  seguimiento a sus resultados.   
La participación activa en lo social no debe representar solo un tema de imagen para personas, ni de estrategia competitiva para las empresas. El bienestar de la sociedad pagará dividendos a todos sus miembros, cuando éstos en conjunto contribuyen a la armonía, balance y estabilidad social. 

Construir familias basadas en valores, conscientes, sensibles y activas ante todo lo que ocurre en el entorno, representa un aporte invaluable a la sociedad de parte de cualquiera de nosotros. Igualmente, organizaciones y empresas que comparten similares valores con la sociedad podrán operar y contribuir a hacer de su entorno un mejor lugar para vivir, trabajar y desarrollar sus negocios.

Sin embargo, cuando la sociedad no cuida sus procesos, más temprano que tarde, surge el deterioro social afectando a todos los integrantes de la comunidad, sean estos individuos, familias, instituciones u organizaciones. Parafraseando al investigador científico, escritor y Premio Nobel de Medicina (1902) el francés Alexis Carrel, podemos reconocer que cuando en una sociedad desaparece el sentido de lo moral, la estructura de esa sociedad va hacia el derrumbe. 

El pensador, jurista, político e historiador francés Charles Alex de Tocqueville, consideraba que: "Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz". La realidad es que todos contribuimos –en mayor o menor grado- a construir las sociedades de las cuales somos parte, pero es  paradójico pensar que también podemos contribuir a su deterioro y destrucción.

14 de Enero de 2016.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web (Reference: Lietuvos energijos gamyba).  
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua)
        








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