miércoles, 18 de noviembre de 2015

Luchamos por la familia, pero no siempre para la familia. Miguel A. Terán

Luchamos por la familia, pero no siempre para la familia.
Miguel A. Terán


En lo que parece un juego de palabras entre las preposiciones “por y para”, vale la pena detenerse, para reconocer que los sueños y objetivos de familia pueden distorsionarse y finalmente deteriorarse por el camino. Es un hecho,   que buena parte de los progenitores nos desvivimos –día a día- por brindar a los integrantes de nuestra familia el mejor y mayor esfuerzo para hacerlos felices.


Y en ese esfuerzo, llegamos a la conclusión, que como proveedores de bienes materiales garantizaremos el mejor nivel de vida posible para nuestra familia; y de esa manera,  estaremos cumpliendo el objetivo de hacerles felices. No obstante, esa afanosa búsqueda de mayor nivel de vida nos lleva a disminuir la calidad de nuestras relaciones familiares; y con ello,  estaremos deteriorando –a mediano y largo plazo- la calidad de nuestra vida personal, familiar y afectando a la sociedad en que vivimos.


En algún momento equivocamos la ruta y transitamos de manera errática, luchando por conseguir un estándar o nivel de vida que finalmente acaba con la calidad de vida. Al respecto, el estadounidense Joseph E. Stiglitz, reconocido economista, asesor, profesor y Premio Nobel de Economía (2001), expresa que “Los individuos afirman que trabajan mucho por el bien de la familia, pero al trabajar tanto, tiene cada vez menos tiempo para la familia y la vida familiar se deteriora. De alguna forma los medios demuestran ser incoherentes con el fin que se declara”.

Afirmaba el filósofo chino Confucio que “La fortaleza de un país proviene de la integridad del hogar y la debilidad de un país proviene de la desintegración de sus hogares”. El mismo Confucio reconocía que “Para que en una sociedad reine la armonía, ésta debe reinar primero en la familia”.

Esa lucha constante y continúa por proveer mejores condiciones y nivel de vida, al llevarla más allá de cierto límite, convierte o transforma hogares en simples casas, creo que todos reconocemos la diferencia. Recordemos que los hogares están construidos por principios y valores, y unidos por amor. A diferencia las casas, solo por bloques, cabillas y unidas por cemento. Una familia se construye dentro de un hogar, sin importar el tamaño de la casa en la cual se habita.

Un requisito indispensable para  construir familia es el tiempo del cual disponemos para esa valiosa tarea. Debemos como padres ser ejemplo y modelo de lo que predicamos con nuestras palabras. La tarea es muy importante, porque en realidad, no estamos criando niños, sino creando a los hombres y mujeres del mañana. Tengamos siempre presente las palabras del religioso estadounidense David O. McKay, cuando reconocía que "Ningún éxito en la vida puede compensar el fracaso en el hogar".

Poco éxito tendremos tratando de establecer principios y valores para respaldar una cultura de familia, cuando existe un claro desequilibrio en el tiempo que disponemos u otorgamos a nuestra familia, en comparación con el tiempo de que dispone el entorno y otros medios, tales como televisión e internet, e incluso la misma sociedad para afirmar sus propios valores, y en algunos casos, algunos pseudo o falsos valores.

Es vital tener presente las palabras del Papa Juan Pablo II, con las cuales ratificaba que “La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida”. En similar orden de ideas, afirmó el escritor y orador estadounidense Frederick Douglass “Es más fácil construir niños fuertes que reparar hombres rotos”, y está tarea en su etapa más importante depende del hogar.  

Debemos luchar no solo por proveer a la familia de todo lo que necesitan para vivir, sino también esforzarnos por consolidar –cada día- los valores requeridos para que sus integrantes lleven vidas personales, familiares y sociales sanas, nutridos con amor y el efectivo balance y equilibrio entre nivel y calidad de vida.

18 de Noviembre de 2015.

Miguel A. Terán
Psicología, filosofía y coaching.

Twitter: @MiguelATeranO
Nota: imagen extraída de la web
Referencias: Tomadas de Wikipedia + RAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.


No hay comentarios:

Publicar un comentario