“La
acción expresa prioridades”.
Mahatma
Gandhi (1869 -1948). Pensador y político hindú.
REFLEXIÓN:
Más allá de lo que pensamos o consideremos que son nuestras prioridades de
vida, la realidad es que nuestras diarias decisiones, conductas y acciones
reflejan las verdaderas prioridades. Sin lugar a duda que la acción expresa
prioridades, tal cual lo dice el pensamiento de hoy.
El
recordado consultor y escritor estadounidense Stephen Covey refería que no
logramos alinear lo que creemos que debemos hacer, con lo que deseamos hacer,
ni con que lo que en realidad hacemos. Y eso es parte de la infelicidad,
sufrimiento o tragedia de muchas vidas.
“La
felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno
hace están en armonía” decía el mismo Gandhi. Muchos de nuestros malestares
ocurren porque “hablamos por un lado y caminamos por otro lado”. Una expresión
del idioma inglés hace referencia a la importancia de “caminar por donde
hablamos”.
Parafraseando
a Gandhi, y llevando algunas de sus palabras al plano personal, podríamos
concluir que la diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de
hacer, bastaría para solucionar la mayoría de nuestros problemas. Muchos
de esos problemas de cada día son causados por nuestra equivocada o errática
administración de prioridades. Un ejemplo de ello, es nuestra salud, que
debe ser una de las mayores prioridades de vida, porque de ella dependen
las otras prioridades y la vida misma; sin embargo, no ocupa tal lugar en
nuestras diarias prioridades, ya que parece no haber tiempo para hacer algo de
ejercicio, ni para alimentarse de manera sana, ni para tomarse unos minutos en
paz y tranquilidad, al momento de ingerir nuestros alimentos.
No
hay duda que nuestra vida es el resultado de nuestras prioridades, aunque pocas
veces lo entendamos así. Culpamos más a las circunstancias e inclusive a
la suerte. El psicólogo pedagogo y escritor español Bernabé Tierno recomienda
“Pregúntate hoy en serio qué es lo que quieres hacer con tu vida y cuáles
van a ser tus prioridades”. Al definir dónde queremos estar y qué
queremos ser, hacer y tener unos años adelante, será muy útil para definir y
establecer las prioridades de hoy.
Cuando
priorizamos inadecuadamente, nuestra brújula se desajusta y desorienta, porque
tomamos otros camino, muchos de éstos divorciados de la ética y otros
valores. Es importante tener presente que nuestras prioridades deben
basarse en sanos principios y valores de vida, para que puedan ser de bienestar
a todos. Nunca nuestras prioridades deben ser dañinas para nuestros congéneres.
Sin embargo, debemos reconocer que a lo largo de la historia, las
enfermizas y obsesivas prioridades de algunas mentes desquiciadas han hecho
irreparable daño a sus propias familias, a sus entornos y, en caso extremos, a
sociedades enteras.
Al
definir previamente las prioridades de nuestra vida será más fácil tomar
decisiones y acciones referentes a en qué, cómo, cuándo y con quién utilizar
nuestro tiempo y demás recursos. Por el contrario, no tener claras nuestras
prioridades es uno de los factores que contribuye a tomar decisiones erráticas,
cargadas de emociones, y de las cuales nos arrepentiremos después,
sintiéndonos frustrados, estresados y agobiados.
Pretender
realizar varias actividades a la vez, sin tener clara la prioridad o
importancia de las mismas para nuestra vida, nos lleva a desperdiciar
tiempo y otros recursos. Es vital tener claro que la mayor cantidad de tiempo y
esos recursos deben ubicarse en nuestras prioridades.
Tampoco
es sano vivir para satisfacer las prioridades de otros. Podemos contribuir con
otros al logro y alcance de sus prioridades, es parte de nuestro compromiso
como seres sociales, pero ello no debe alejarnos del camino de las
nuestras. Acompañar a otro u otros en el alcance de sus prioridades debe
ser de mutuo beneficio para todos.
La
familia y la pareja han venido perdiendo espacios y tiempo en nuestra sociedad,
y otras actividades menos importantes han hurtado o secuestrado esos espacios y
tiempos. El tiempo del cual disponemos para las diferentes actividades de
nuestra vida, demuestra claramente la escala real de nuestras prioridades.
Tengamos presente que el tiempo es limitado y no podemos disponer de éste –para
algo- sin quitarlo a otro algo. Plantear que no tenemos tiempo para algo o
alguien, indica que ese tema o ese alguien, no es prioritario para nosotros,
aunque de palabra expresemos que sí e incluso lleguemos a convencernos.
Acciones no palabras, para demostrar prioridades.
El
inicio de un nuevo año es oportunidad propicia para establecer o re-definir
nuestras prioridades, otorgando el tiempo y los recursos de manera proporcional
a la importancia de las mismas, procurando armonizar, balancear y
equilibrar las prioridades de las diferentes facetas o áreas de nuestra vida.
Miguel
A. Terán
Twitter:
@MiguelATeranO
Nota:
imagen extraída de la web
Referencias:
Tomadas de Wikipedia.
Si
te ha gustado esta reflexión, DALE ME GUSTA (LIKE) en Facebook
y COMPÁRTELA. Un buen mensaje toma valor y fuerza en la medida que se
transmite a mayor número de personas. La razón es simple, si cada uno de
nosotros reflexiona, aprende y cambia para mejor, todo cambiará para
mejor y todos resultaremos beneficiados.
“Sueña,
vive, reflexiona, aprende, ayuda y ora”.
Magnífico Miguel! es un tema muy pertinente para tener presente comenzando el año y siempre. La congruencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos, como dices define nuestra vida en términos de satisfacción con nosotros y con el entorno. Gracias por traerlo.
ResponderEliminarMejor imposible la reflexión del dia lunes, sobretodo ahora que empezamos el año y tenemos muchas prioridades...asi que a tomar las acciones necesarias considerando el tiempo, los recursos y mente en equilibrio para lograrlo. Me encanta Mafalda. Gracias feliz dia
ResponderEliminar